domingo, 26 de enero de 2014

Capítulo treinta y tres.

Capítulo 33 | Comienza el plan.

Había pasado una semana desde aquella noche, desde aquella despedida. No había vuelto a verle. Lo único que sabía de él, es que había pasado varios días con su madre y su hermana, y ahora, está con Kendall.

Me estiro y lo primero que hago es mirar el móvil. Tengo varios mensajes, y bastantes nuevas interacciones. No les doy mucha importancia. No las abro. Simplemente me fijo en la hora. 9.00, 24 de diciembre. Las lágrimas están apunto de caer sobre mis mejillas. Pero las aguanto, yo le prometí aguantar. Le prometí ser fuerte. En este día tan especial para muchos, yo simplemente pienso en algo que me marcó hace un tiempo. La muerte de mi madre.
Intento no pensar en eso, pero me es imposible. Los recuerdos llegan a mi mente y rompo a llorar. Me levanto de la cama y me seco las lágrimas. Voy hacia el cuarto de baño a lavarme la cara. Luego bajo, Danielle y mi hermano ya están despiertos.

-Buenos días -Les dije entrando a la cocina.

-Buenos días cielo -Me dijo mientras cerraba la nevera. Acababa de sacar la leche.

-Buenos días, hermanita -Me dijo mi hermano. Casi tan serio como yo. Nos miramos. Con una simple mirada nos dijimos todo.

Me senté con ellos, pero no desayuné nada. No tenía hambre. Danielle notó el silencio incómodo que se había creado en la mesa, y decidió romperlo.

-Hoy es el cumpleaños de Louis. Te acuerdas, ¿verdad?

-Claro, como olvidarlo.

-¿Vas a ir a la fiesta que hace esta noche?

-No lo sé. Estará Harry, y no quiero verle.

-Algún día tendrás que ver a Harry, cielo.

-Bueno, pero no estoy preparada para verle, no quiero. Sé que estaré mal, no disfrutaré del cumpleaños. Además no le he comprado nada.

-Bueno, pues vamos al centro comercial luego y le compramos algo.

-Estará todo decorado, las cancioncitas, el ambiente navideño... Odio la navidad Dani.

-¿Odias la navidad? -Me preguntó sorprendida -A todo el mundo le gusta la navidad.

-Pues a mi no.

-A mi tampoco -Dijo mi hermano.

-¿Y por qué no os gusta la navidad?

-Porque mi madre murió en nochebuena. Por eso no nos gusta la navidad.

-Lo siento mucho, no lo sabía. Siento si te lo he recordado.

-No importa, estoy bien.

---
El día pasó con normalidad. Como si fuese un día cualquiera. Estuve algo triste, pero logré olvidarme durante un rato de todo, necesitaba estar bien. Yo le prometí a mi madre que sería fuerte.

Estábamos vistiéndonos para la fiesta de cumpleaños de Louis.

No quería ir, pero según Danielle no me vendría mal salir, además que era un feo no ir a la fiesta de cumple de Louis. Así que aquí estoy, vistiéndome. Muy a mi pesar.
Volveré a ver a Harry, después de una semana. No quiero verle, porque sé lo que pasará. Pero necesito verle, lo echo tanto de menos.

Me termino de vestir y me pongo esto:

Me maquillo. Me termino de pasar la plancha y dejo mi pelo suelto. Bajo al salón. Estaba mi hermano, esperando. Tenía el móvil en la mano, como de costumbre.

-Hola hermanito -Le dije al entrar al salón.

-Vaya hermanita -Me dijo asombrado, mirándome de arriba a abajo -Vas realmente preciosa.

-Gracias, tú también vas realmente precioso -Reí.

-Yo tengo que irme ya, tengo que ir a ver a alguien antes de ir a la fiesta -Bloqueó su móvil y lo guardó en uno de sus bolsillos.

-¿A quién?

-A alguien.

-¿Y yo con quien me voy?

-Ve con Dani.

-Vale. Pero, ¿no me vas a decir quién es la chica con la que te ves?

-No.

-¿Por qué? Tú nunca me habías ocultado esas cosas. Qué mas da.

-Mejor que todo siga así. Nos vemos en la fiesta. Ten cuidado por la calle que con lo guapa que vas se te tirarán todos encima.

-Espero que no -Reí. Me dio un pequeño beso en la frente y se fue. Pensé en seguirlo para ver con quien iba a estar, pero mis tacones me lo impidieron.

Estuve bastante rato esperando. Al ver que Danielle no bajaba, fui hasta su habitación, pero no estaba ahí. También la busqué por la cocina. Ni rastro.

Desbloqueo el móvil y busco entre mis chats, hasta que encuentro mi conversación con Dani.

''¿Dónde estás?''

''Estoy con Liam, llegando a la casa de Louis'' ''¿Dónde estás tú?''

''En casa'' ''Joder tía, estoy sola''

''¿Y tú hermano?''

''Se acaba de ir hace unos minutos, me dijo que me fuese contigo. Él iba a buscar a su chica''

''¿Qué chica?'' ''Pero si me vio salir por la puerta''

''Yo que sé, no me quiere hablar de ella. Lo que sí sé es que enamorarse le sienta peor de lo que pensaba'' ''Iré andando''

''Pilla bastante lejos, y hace frío''

''Vale, pues entonces no voy <3 <3 <3 <3 <3 ''

''No, si vienes. Abrígate y no te olvides del regalo de Louis''

''Vale, nos vemos''

Cierro el móvil y lo guardo en el bolso. Me pongo la chaqueta y salgo de casa.

---

Llevaba caminando dirección a la casa de Louis bastante rato, sin exagerar casi una hora. Estaba cansada, y tenía frío. Pero faltaba poco. Las calles se veían realmente preciosas. Todo estaba en silencio en este momento, seguramente porque casi todo el mundo estarían en sus casas celebrando la nochebuena. Escuché el ruido de una moto. Un ruido un tanto molesto. Sentía como si me persiguiese. Estaba detrás, a cierta distancia. Aflojé el paso y él hizo lo mismo. Continué andando normal, él hizo lo mismo. Me paré y lo miré. En la moto estaba subido un chico. Parecía atractivo, llevaba el casco puesto y no le pude ver la cara. Se lo quitó. Me sonrió. Me derretí. Bueno, no. Pero casi.
Tenía el pelo castaño oscuro, ojos oscuros y una sonrisa preciosa. Me había matado la sonrisa. Y los ojos. Se le cerraban demasiado al sonreír. Me encantó. Físicamente, estaba bastante bien. Se veía que estaba fuerte, aunque iba demasiado tapado como para poder verle algo más allá de su preciosa sonrisa.

-¿Te llevo alguna parte? -Me dijo. Luego me sonrió. Creo que lo hace aposta.

-No, muchas gracias.

-¿De verdad? Hace demasiado frío como para que estés por ahí andando sola. Además, una chica tan guapa como tú, no debería ir sola a ninguna parte -Me dijo con una voz, ¿seductora? Sí, probablemente esa sea la palabra.

-Ah, que majo. Pero no, no me hace falta ningún gualda espaldas para ir a ninguna parte-Le dije cortante. Seguí mi camino, ya faltaba poco. Lo tenía a mi derecha, por la carretera. Me miraba todo el tiempo y seguía mi ritmo. Me ponía algo nerviosa. Pero no precisamente porque tuviese miedo de él.

Y por fin, llego. Justo cuando voy a entrar en casa de Louis, el chico aparca la moto y sale. Viene hacia mí y me agarra del brazo por detrás. Doy la vuelta y quedamos enfrente uno del otro. Me perdí en sus ojos.

-Espera, ¿vienes a la fiesta de cumpleaños de Louis? -Asentí como pude. Tenía la mirada fija en sus ojos, su pelo, su cara. Era tan guapo -¡Qué casualidad! -Dijo sonriente. Me quiere matar, lo veo -Yo también -Me volvió a sonreír.

-Vaya, que bien- ¿Por qué me salen palabras tan bordes? Es que este chico, me pone muy nerviosa -¿Cómo te llamas?

-Me llamo Connor. Tú eres Madison, ¿verdad?

-¿Cómo lo sabes? -Le dije seria.

-Tú eras la novia de Harry, y también de Niall. Las noticias corren muy rápido, ya lo sabes.

-Ah bueno, sí.

-Yo soy amigo de Kendall.

-Ah, genial -Dije irónica. Di nuevamente la vuelta, dispuesta a continuar el pequeño camino hasta poder entrar en la casa de Louis. Se puso delante mía.

-Siento mucho todo lo que ha pasado, de verdad.

-No te preocupes, no te conozco. Así que no tienes por qué preocuparte.

-Harry no se merece a alguien como tú. No te supo valorar. No te conozco, pero sé que eres una gran persona y que tienes un corazón que no te cabe en el pecho.

-¿Y eso por qué lo sabes?

-Porque lo veo en tu mirada -Nos miramos fijo durante varios segundos. Aparté mi mirada de la suya, antes de que fuese demasiado tarde y me arrepintiese por hacer algo que no debiese hacer.

-Bueno, tengo que entrar ya -Le dije cortante.

---

-Ahí está Louis -Me señaló con la mirada donde estaba. Estaba con los chicos. Y ahí estaba Harry.

-Dani, no puedo ir. Está Harry.

-Sabías que algún día tendrías que verlo de nuevo. Hoy es el día. Tienes que darle el regalo de cumpleaños a Louis y saludar a los chicos. Además, tu hermano está con ellos.

-Vale, pero ven conmigo.

-Está bien.

Esquivamos a la gente y fuimos hasta donde estaban los chicos. Harry me miró. Yo no le quise mirar.

-Feliz cumpleaños guapo -Le dije seguido de un beso en la mejilla -Aquí tienes -Le dí el regalo y sonreí.

-Muchísimas gracias -Me dedicó una gran sonrisa.

-¿Cómo has venido hermanita? Siento mucho haberme ido, pero no me di cuenta de que Danielle se había ido de casa.

-No te preocupes. Andando.

-¿Sola? -Me preguntó Niall. Asentí con la cabeza.

-Bueno, sola del todo no. Me encontré a un chico muy raro por el camino que me perseguía con la moto.

-¿Qué?- Gritó mi hermano.

-Eh, relájate. Me lo encontré llegando y me acompañó hasta la casa.

-¿Y dónde está?

-Ahí -Me giré y lo señalé con la mirada. Estaba junto a otro chico bebiendo mientras reían.

-¿Quién? -Danielle se acercó a mí y me preguntó.

-Ese de ahí. El de la sonrisa bonita.

-Oh, que guapo es.

-Bastante -Volví a darme la vuelta para mirar a los chicos. Antes de que pudiese hacer o decir algo más, Harry se acercó peligrosamente a mí.

-¿Podemos hablar? -Me agarró del brazo y me susurró.

-No, no podemos. Vete a hablar mejor con tu nueva novia-Me separé de él bruscamente -Luego nos vemos chicos -Les dije, dedicándoles una sonrisa -Voy a por algo para beber, hoy será una noche loca, beberé todo lo que me de la gana hasta olvidarme de todos los tíos -Grité, ya que la música estaba muy alta,mirando a Harry. Él me miró mal y se fue. Yo hice lo mismo.

---

Estaba algo apartada de los demás. No me apetecía estar en esta fiesta, y todo el mundo iba a lo suyo, incluidas mis amigas. Y mi hermano, que le había perdido la pista desde hacía bastante rato.

-¿Aburrida? -Me susurró. Estaba justo detrás. Me puse algo nerviosa. Me giré, quedando enfrente de él.

-¿Aburrido? -Me limité a contestar.

-Un poco, no conozco a mucha gente aquí -Rió.

-¿Y por qué has venido?

-Me invitaron porque soy amigo de Kendall.

-¿Ella no ha venido?

-Sí, está por ahí con alguna de sus amigas. ¿Quieres que vayamos a alguna parte?

-¿A dónde quieres ir?

-No sé. Por ahí. Podríamos ir a dar una vuelta en mi moto y luego te llevo a tu casa.

-Mmm -Me lo pensé durante algunos segundos -Está bien-Le sonreí enseñándole todos mis dientes. Él hizo lo mismo -Voy a por mi bolso y la chaqueta. ¿Me esperas fuera?

-Como la señorita quiera -Rió y se fue.

Fui a por mi bolso y la chaqueta. Cerca estaba Danielle, Liam y Harry.

-¿Te vas? -Me preguntó Danielle al ver que cogía mis cosas.

-Sí. Me voy con el chico de la moto.

-¿A dónde vas a ir con ese chico?

-No lo sé. Dónde me lleve, iré. Pero cariño -Me acerqué a ellos -Si es que llegas a casa, no me esperes despierta -Harry me miró mal. De echo lo hizo todo el tiempo mientras hablaba del chico de la moto, Connor -Hasta luego cielo. Nos vemos Liam -Le dediqué una sonrisa. Ignoré a Harry.

Me dirigí hacia la puerta, para salir. Sentí grandes pasos que intentaban alcanzar los míos. Alguien me cogió del brazo y me dio la vuelta acercándome a él.

-¿Qué quieres?

-Necesito hablar contigo.

-Pues yo contigo no. Déjame en paz.

-Ven -Me agarró de la mano y tiró de mí hasta llevarme con él. Me metió con él en una pequeña habitación.

-¿Pero qué haces? ¡Déjame salir de aquí! -Le grité. Intenté abrir la puerta. Pero él la cerró y me empujó contra ella. Se acercó peligrosamente a mí. Miraba fijamente a mis labios -Si no te separas de mí y me dejas salir de aquí, gritaré.

-Hazlo, me encanta que grites -Me susurró. Demasiado cerca de mis labios. Lo miré. Estaba completamente perdido en mis labios. No quería eso. No quería que pasase nada. No quería besarle. Quería irme de aquí con el chico de la moto. Eso quería. O bueno, a lo mejor no.

-Eso es lo único que te gusta, ¿verdad?

-No, sabes que no. No puedo vivir sin ti Madison, ¿es que no lo entiendes?

-¿Qué no lo entiendo? Creo que el que no lo entiende eres tú, Harry. Has dejado embarazada a una chica, ahora tienes que pegar las consecuencias.

-No quiero. No quiero pagarlas sin en esas consecuencias está el perderte.

-Lo siento Harry. Ahora, apártate y déjame salir.

-No. Sabes que quieres esto tanto como yo -Me agarró con sus manos la cara y pegó sus labios a los míos, fundiéndolos en un apasionado beso.

Los besos cobraron mayor intensidad, mayor pasión, mayor deseo. Ansiedad. Ansiedad por devorarnos tanto como quisiéramos. Siguió besándome en los labios, y luego fue bajando por mi cuello. Si no lo paro ahora, no lo podré parar.
Lo aparté de mí de un pequeño empujón.

-Harry, esto no está bien -Le dije seria. Las lágrimas estaban a punto de salir, pero las aguanté.

-Te necesito pequeña.

-No hagas esto más difícil -Le dije como pude. Tenía la voz entrecortada, estaba a punto de llorar.

-Yo te amo -Me dijo. Tenía los ojos brillantes. Y algunas lágrimitas se asomaban por sus ojos.

Yo también te amo, Harry.

-Pues deja de amarme -Le dije fría. Salí de la habitación y lo dejé ahí, parado mirando fijamente como salía de la habitación. Tenía la sensación de que rompería a llorar en cualquier momento. Me dirigí hacia la puerta y salí.

·Narra Connor.

Estaba apoyado en mi moto. Un mensaje nuevo de Kendall. Lo abro.

''¿Todo va como debería ir?''

''Aún mejor, nena''

''Perfecto. ¿Estás con ella? ¿Dónde está?''

''No. Quedamos en que cogería sus cosas y saldría. Llevo esperándola un buen rato''

''Esa estúpida debe de estar con Harry. Tienes que quitarle a Harry de la cabeza. Hazla sentir especial, enamorala''

''Sé lo que tengo que hacer. Tú déjame a mí'' ''Comienza el plan''

''Eres el mejor. Te quiero''

Salió de la casa y cerró la puerta. Se dirigió hasta a mí. Le dediqué una pequeña sonrisa y guardé mi móvil.

·Narra Madison.

-¿No encontrabas tus cosas? -Rió. Yo estaba algo perdida.

-¿Eh? -Le dije cuando volví a la realidad.

-Nada -Soltó una pequeña carcajada -Ponte esto -Me dio un casco. Me lo puse.

-¿Me queda bien? -Le dije riendo.

-En realidad nunca le había quedado bien ese casco a nadie. Será que tú eres especial -Me sonrió.

-Será eso -Reí.

---

Estábamos apoyados en una muralla.Se veía todo Londres. Tenía la moto aparcada. Se estaba fumando un cigarrillo. Mirábamos fijo la ciudad. Se veía realmente bonita.

-Estabas con Harry, ¿verdad? -Me dijo rompiendo el silencio que se había formado entre nosotros. Di un pequeño suspiro y asentí.

-Sí. ¿Cómo lo has sabido?

-Me lo imaginé al ver que no salías.

-Necesito olvidarme de él. Necesito aprender a ser fuerte, a no quererle. Pero no puedo -Suspiré.

-Yo te ayudaré.

-¿Y cómo me ayudarás?

-Bueno, lo verás con el paso del tiempo -Me sonrió. Me encantaba tanto su sonrisa. Observé cada calada que hacía.

-¿Quieres uno? -Me dijo señalándome el cigarro.

-Eh -Me paré nerviosa-No, no fumo. Rió -Aunque bueno, por una vez, no creo que pase nada. ¿Me das uno?

-Claro -Abrió la cajetilla donde tenía los cigarrillos y me dio uno.

-¿Qué hago con él?

-¿Enserio no sabes cómo fumarte uno? -Rió.

-Que no, que nunca he fumado.

-Anda, te ayudo -Me fue a poner el cigarro entre los labios, pero el deseo por besarlos fue mayor. No se logró resistir. Pegó sus labios a los míos, y me dio un pequeño beso.

---

12.00. Creo que es hora de levantarme ya. Aunque con lo tarde que me dormí ayer, no me vendría nada mal dormir más. Me levanto y voy al cuarto de baño. Me lavo la cara y voy hacia la habitación de mi hermano. Lo despierto.

-Buenos días hermanito -Le digo cerca de su cara -Feliz navidad.

-Feliz navidad, hermanita -Me dedicó una pequeña sonrisa. Se veía tan guapo recién despertado.

-Venga, levántate. Que quiero que desayunemos juntos.

-¿Qué hora es? -Me dijo tapándose la cara con la almohada.

-Las 12, venga. Arriba -Le destapé. Después de algunas quejas se acabó levantando. Se lavó la cara y salió de la habitación conmigo.

Nos dirigimos hasta la cocina. Pero antes de entrar en ella me asomo al salón y veo algo raro debajo del árbol de navidad. ¿Una caja?

-Peter, ¿qué es eso? -Le señalo con la mirada la pequeña cajita rectangular y alargada que había bajo el árbol de navidad.

-¿Un regalo? -Me dijo irónico.

-¿Para quien? ¿Quién lo ha puesto ahí?

Nos acercamos hasta la caja. Ponía 'Para Madison'

-¿Qué es esto Peter? Os dije que no quería ningún regalo -Lo miré mal.

-A mi no me mires así. Que yo no te he comprado nada.

-¿Y entonces qué? ¿Ha sido Papa Noel?

-Pues mira, a lo mejor.

-Joder Peter, ¿Quién ha puesto el regalo ahí?

-Que no lo sé. ¿Vas a mirar qué es?

-¿Y si es una bomba?

-Tú eres tonta, pero tonta eh.

-Venga vale, lo abro -Cogí la caja y me senté en el sofá. La abrí.

------------------------------------------------------------------------------------

Hasta aquí el capítulo 33.

¿Qué habrá en esa caja? ¿De quién será el regalo? ¿Qué pasará con Connor y Madison? ¿Quién es la misteriosa chica de la que está enamorado Peter? ¿Por qué se lo oculta a su hermana?

Como sabéis, y si no lo sabéis, os lo digo yo otra vez, tengo una nueva novela. Pasaros y darme vuestra opinión, de las dos.

http://couldbeawriter.blogspot.com.es/

También deciros, que falta poquísimo para que acabe la primera temporada, varios capis. Entonces la terminaré y dejaré la novela un tiempecito, algunas semanas, porque no me apetece seguirla, y como no la quiero dejar, pues estaré algunas semanas sin escribir y luego seguiré con la segunda temporada y con la nueva novela.

No sé si se abre, porque esto está loco y no se pone como enlace. Creo. Pero si no, copiad y pegar o pedirme el link.

Pasaros por las novelas de Marina:

http://www.onedirection-noves.blogspot.com.es/

http://www.youcouldbemyheroine.blogspot.com/

¡Muchas gracias a todas por leer! Un beso enorme <3



viernes, 17 de enero de 2014

Capítulo treinta y dos.

Capítulo 32 | La despedida II

·Narra Madison.

-¿Y? -Se quedó callada esperando una respuesta por mi parte. No la obtuvo -¿No vas a llamar a Harry para saber los resultados?

-No, no me importa.

-Sabes que sí te importa. Llevas toda la mañana mal, y sabes que en lo que estás pensando todo el tiempo es en Harry.

-Bueno, pero ya me enteraré. No tengo ninguna intención de saber los resultados. Harry me da igual.

-Puedes intentar mentirte a ti misma, pero sabes que a mi no me puedes mentir Madison

Amy siempre haciéndome pensar. Estábamos en la cocina, comiéndonos un trozo de tarta de chocolate. Justo la que me había traído ella. Estaba realmente buena. Jugué un poco con el resto de tarta que me quedaba en mi plato. Le dí algunos toquecitos con la cuchara moviendolos de un lado a otro. Me vibro el móvil. Estaba justo al lado del plato. Miré a Amy, ella seguía comiendo. Cogí el móvil y lo desbloqueé. Tenía un whatsapp nuevo. Era de Louis.

''Ya están los resultados. Siento no haberte avisado antes, estábamos liados hablando con Harry''

''¿Y?''

''¿De verdad lo quieres saber?''

''Dímelo ya Louis, por favor''

''Los resultados han dado positivo'' ''Harry es el padre''

Cerré el móvil y lo dejé tirado en la mesa.

-¿Pasa algo? -Me preguntó Amy preocupada.

-No -Mentí. Negué con la cabeza. Tenía la mirada fija en la mesa. Y mi mente perdida en Harry.

Y a pesar de todo, en lo único que pienso, es en que lo he perdido para siempre. Toda la vida que construí en mis sueños a su lado, se acaba de romper. En mil pedazos, como mi corazón. Lo triste es que a pesar de todo, no podría resistirme, a pesar del daño que me ha echo, volvería a sus brazos. Es increíble como puedes amar tanto a alguien. No entendía eso de estar locamente enamorado. No entendía lo que era el amor, hasta que lo conocí a él.

Amy debió de notar por mi cara lo que me pasaba. Se acercó a mí y me abrazó por detrás.

-Se fuerte amiga, yo sé que algún día todo esto pasará y volveréis a estar juntos -Me susurró. Me dio un pequeño beso en la mejilla. Yo sonreí como pude.

---

Estaba tirada en el sofá, mirando twitter. Tuve que cerrarlo. Sólo habían tweets hablando sobre el embarazo de Kendall. Las directioners estaban realmente alarmadas, tenían una buena liada en twitter.

Encendí la televisión. Más de lo mismo. Suspiré y la volví a apagar. Me acurruqué en el sofá y me abracé a un cojín. Necesitaba a alguien. Danielle estaba con Liam, Amy con Zayn y mi hermano, con Louis. Se han echo buenos amigos. En el tiempo que lleva aquí, ha pasado más tiempo con él que conmigo. Recientemente vi una foto de ellos con dos chicas en twitter, a lo mejor una de ellas es la chica de la que está enamorado mi hermano. Lo averiguaré pronto.

Pegaron a la puerta. ¿Quién será ahora? Es bastante tarde. Me levanté del sofá y fui hasta la puerta.

-¿Quién es? -Grité. Pero nadie contestó. Abrí la puerta un poco y me asomé.

Era Harry. Intenté cerrarle la puerta en las narices, pero hizo fuerza. Tenía mucha más fuerza que yo y acabó abriendo la puerta. Quién me manda a mí a abrir, quien.

-¿Harry qué haces aquí? -Le grité.

-Necesitaba verte- Me agarró la cara con sus manos. Acercó sus labios a los míos.

-Es tarde, vete. Además, yo no tengo nada que hablar contigo-Aparté sus manos de mi cara. Su cara era de gran desesperación. Pero no, no puedo tenerle ni un segundo más aquí. Me hablará con su grave voz, me mirará con esos preciosos ojos que hacen que me pierda en ellos, me sonreirá, su sonrisa me vuelve completamente loca. Él me vuelve completamente loca. Lo necesito. Me muero por besarle, por perderme en su mirada, en sus besos. Me muero porque me haga suya de nuevo. Ni si quiera todos los motivos que la vida me da para despreciarlo, me valen para olvidarme de él. Necesito más, necesito que me haga sentir amada, que me haga sentir que nada de esto ha pasado.

-No, no me voy a ir hasta que hablemos. Yo no puedo vivir sin ti. ¿Es que no entiendes eso?

-Ya por favor, vete -Le dije soltando las palabras una a una por mi boca. Pero mi mirada le suplicaba que se quedase.

-Sabes que no quieres que me vaya -Me agarró de la cintura y me pegó a él. Podía notar su erección rozar con mi piel. Él deseaba esto tanto como yo. Lo miré. Acerqué mis labios a los suyos. Estaban a escasos milímetros. Abrí un poco mi boca, dejando justo el espacio necesario para besar la suya. Pasé mi lengua lentamente por su labio inferior, de comisura a comisura. Me separé de él. Él seguía de la misma manera. Quería más. Y yo también -Sólo mírame a los ojos y dime que me vaya -Me volvió a pegar a él. Esta vez fue más brusco.

-V..Ve.. -Intenté que las palabras saliesen por mi boca, intenté evitar esto.Pero no pude. Pasé mis brazos por su cuello, agarrándolo con mis manos por la nuca. Pegó sus labios a los míos, haciendo que se fundieran en un apasionado beso.

Comenzamos a andar mientras nos besábamos, esquivando todos los muebles que habían desde la entrada de la casa hasta mi habitación. Nos besábamos con más deseo que nunca. Cuando llegamos a la habitación, se separó a escasos centímetros de mí, para poder coger aire. Nuestras respiraciones estaban agitadas. Harry empieza a quitarme el pijama con demasiada ansía. Hace lo mismo con su ropa, la deja tirada por el suelo. Vuelve a besarme. Nuestras lenguas juegan. Me agarra con sus manos por el trasero y hace que me cuelgue de él, cruzando mis piernas por su espalda. Me lleva hasta la cama y me tira en ella. Se pone encima y comienza a besarme. Primero lo hace lentamente. Y empieza por mi boca. Pero después de varios segundos, el calor que se transmitía por nuestros cuerpos y la pasión, comenzaron a apoderarse de él. Los besos cobran mayor intensidad y pasión. Comienza a bajar por mi cuello, lo besa. Sigue bajando. Echo mi cabeza hacia atrás lo máximo que puedo estando tumbada, para que pueda hacerme lo que quiera con su boca. Sigue dándome besos. Cuando llega a mis senos, cubiertos por un sujetador negro, los observa. Luego me mira a mí y se acerca a mi oído.

-Eres tan bonita, que nunca me cansaría de mirarte -No supe que contestarle, realmente no me salían las palabras. Mi respiración estaba muy agitada. Hacía esto por puro deseo, necesidad. Necesitaba que me hiciese suya, al menos por última vez. Ni si quiera sé por qué tiene que pasar esto así, por qué tengo que seguirle el juego, por qué tenemos que hacer el amor otra vez. Sólo sé que lo necesito, a él. Y no puedo resistirme a esto. No sé lo que me ha echo, esto es una locura. No puedo vivir sin él. Al no recibir una respuesta, continúa dándome besos por todo el cuerpo. Sigue bajando. Cuando vuelve a subir, doy la vuelta, quedando encima de él.

Esta vez la que lleve el control seré yo. Vas a desearme aún más de lo que ya lo haces.

·Narra Harry.

Dio la vuelta y quedó encima mía. Bajó lentamente rozando su cuerpo con el mío. Soltó una pequeña carcajada al notar mi gran erección. Me bajó los bóxers, los tiró. Volvió a subir y comenzó a besarme de nuevo. Se pega totalmente a mí mientras me besa. Puedo notar su piel más caliente que nunca. Me encanta. Ella me encanta. Me vuelve completamente loco, va a acabar conmigo. No me imagino sin ella, sin sus besos, sin sus caricias. La necesito.
Acaricio su espalda mientras la pego aún más a mí. Necesito sentirla dentro, necesito sentirla mía. Se termina de quitar la ropa interior y la tira.

Doy la vuelta y quedo encima de ella nuevamente. La beso.Me besa. Nos besamos. Con ansiedad, con amor, con pasión, con deseo. Grita al sentirme dentro de ella. Da la vuelta, vuelve a quedar encima. Parece que quiere llevar el control ella esta noche. Me encanta. Empieza a moverse rápidamente. Los gemidos se apoderan del silencio que había en la habitación. Gemimos juntos. Se mueve como nunca. Nos besamos devorándonos con la mirada, con los labios. No me imagino que esta sea la última vez.
Aprieto con mis manos su trasero y esto hace que gima con más fuerza. Las caricias y la velocidad aumentan. Los besos cada vez son con más ansiedad. Doy la vuelta. Vuelvo a quedar encima de ella. Aumento la velocidad con que me muevo dentro de ella. Ella gime con más fuerza. Vuelve a clavarme las uñas de sus dedos en mi espalda, tal como hizo la primera vez. Su cara de placer es demasiado para mí, y demasiado para cualquiera. Estamos apunto de llegar. Aumento mi ritmo. Ella grita más. Me acerco a su oído y empiezo a susurrarle.

-Te amo -Le dije como pude entre jadeos. Intentó contestarme, pero le salió un pequeño gemido como respuesta.

-Yo también te amo -Me logró contestar.

-Nunca amaré a alguien como te amo a ti. Nunca podré olvidarte. Yo siempre te amaré, pequeña -Le susurré al oído. Ella se quedó callada. Cerró fuerte los ojos.

Aumenté el ritmo por última vez y logré fundirme en su interior. Pero esta vez fue diferente, mientras explotábamos juntos, nos miramos a los ojos. Y empezaron a caer pequeñas lágrimas sobre nuestras mejillas.

-Odio amarte de esta forma -Me dijo seguido de un leve gemido.

Salgo de ella y me quedo tumbado a su lado. Nos miramos. Las lágrimas siguen presentes. Intentamos que nuestras respiraciones lleguen a la normalidad, demasiado agitadas.

·Narrador Omnisciente.

Intentan que sus respiraciones lleguen a la normalidad, demasiado agitadas. Y ahí es cuando se dan cuenta más que nunca de lo enamorados que están. Y de que no pueden vivir el uno sin el otro. El amor no siempre es como te lo pintan, no siempre se vive un cuento de hadas cuando uno está enamorado, a veces se vive más bien un infierno. Y esto es lo que ahora están comprobando ellos. Que significa estar realmente enamorado, como superar el primer amor. Se aman tanto que ningún obstáculo hace que se olviden el uno del otro, si no que se amen con más fuerza. Estarían dispuestos a hacer cualquier cosa para estar cerca el uno del otro. Es increíble como una persona puede ser tu todo y tu nada a la vez, como puede darte la vida y a la vez quitártela. Ese es uno de los sentimientos que viven ahora mismo.
El amor verdadero es más fuerte que cualquier obstáculo o decisión del destino.
Mientras, caen pequeñas lágrimas por sus mejillas. Lágrimas que simbolizan su amor. Su amor eterno.
Sin embargo, no lloran por el amor que se vive en un cuento de hadas. Si no por el que se vive en el infierno. Lloran porque saben, que probablemente, esta haya sido su despedida.
----------------------------------------------------------------------
Fin del capítulo 32.

Los capítulos no han sido nada buenos, pero os esperan capítulos llenos de intriga, amor, traición... Van a pasar muchas cosas. Prometo capítulos mejores.

Dicho esto, tengo dos cosas que deciros.

Lo primero es que me he cambiado el usser. Ya no me llamo @couldbestrong__ , ahora me llamo @1dismystrength. Recordarlo.
Y por favor, si os cambiáis alguna el usser, decírmelo porque si no me lío un poco al avisar.

Lo otro que tenía para deciros es que tengo una nueva novela. Se llama Despair.
Tengo la sipnosis subida al blog.
Por favor, pasaros. La novela tiene como protagonistas a One Direction y Justin Bieber.

'Amistad, traición, misterio,peligro,dolor, amor, sexo, drogas... y sobre todo, secretos. Secretos fundamentales para resolver un misterio, que los llevará, hasta la desesperación'

Si quieres leer más, lee la sipnosis de mi nueva novela: http://couldbeawriter.blogspot.com.es/
Si quieres que te avise para el siguiente capítulo, déjame un comentario en cualquiera de los dos blogs, o en twitter.

--
MI NUEVA NOVE: http://couldbeawriter.blogspot.com.es/

NOVELA DE MARINA: http://www.onedirection-noves.blogspot.com.es/

NOVELA NUEVA DE MARINA: http://www.youcouldbemyheroine.blogspot.com.es/

Un beso amores, ¡gracias por leer!


Capítulo treinta y uno.

Capítulo 31 | La despedida I

-¿Qué dices, Harry? -Le dije con la voz entrecortada. Las palabras salieron solas de mi boca. No entendía que clase de broma era esta.

-Eso.

-¿Eso? -Grité -¿Ves normal que me sueltes esa gilipollez como si nada? ¿Qué clase de broma es esta?

-No es ninguna broma, Madison -Me dijo cortante. Su mirada me lo decía todo. Estaba conteniendo sus lágrimas,las cuales estaban ansiosas por salir. Pero él quería aguantar, no quería llorar. Tenía la mirada perdida, no me quería mirar directamente a los ojos, porque probablemente rompería a llorar. No entiendo nada.

-Harry si esto es una broma -me paré. Estaba intentando pensar qué decirle, aunque realmente no sabía que podía decirle. No entendía por qué Harry me estaba gastando ese tipo de broma, porque justo en un día así. Continué con mi frase -Te advierto que no me hace gracia, sencillamente porque no la tiene.

-Kendall está embarazada.

-¿Qué? -Hice una pequeña mueca. Le pregunto extrañada. Cada vez entendía menos lo que estaba pasando -¿Se supone que el hijo es tuyo? -Le dije seca.

-Eso parece.

-¿Eso parece? ¿Y me lo dices así como si nada? -Empecé a gritar. Sentí como todas mis ilusiones de pasar una vida junto a Harry se rompieron, una a una. Al igual que mi corazón, lo sentía roto. No puedo creer que Harry me haya echo esto, no puedo creer que vaya a ser padre.

-Cálmate, por favor. Déjame explicártelo -Me dijo serio. Seguía sin mirarme directamente a los ojos. ¿Enserio quiere que me calme? ¿Enserio? ¿Cómo quiere que esté después de lo que me acaba de decir? Harry parecía estar demasiado tranquilo. Ya no sé si pensar que es porque no quiere llorar, o porque le da todo igual.

-¿Qué me calme? ¿Cómo quieres que me calme después de lo que me acabas de decir? -Le grité. Me levanté del sofá. Solté un pequeño grito de rabia mientras pisé fuerte el suelo. Necesitaba de alguna manera u otra soltar toda la rabia que llevaba dentro. Pero eso no era suficiente.

-Si me dejases explicártelo, no te pondrías así.

-¿De que coño vas Harry? No quiero que me expliques nada. Vete con esa zorra y no aparezcas más por mi casa -Le señalé con mi brazo la puerta de salida. Él también se levantó del sofá y se puso a mi frente.

-Todavía no sé si soy el padre de ese bebé.

-¿Qué?

-Kendall está embarazada. Pero yo no recuerdo haberme acostado con ella. Estábamos muy borrachos-Y no pude más. Me mordí fuerte el labio, las lágrimas estaban a punto de salir y recorrer toda mis mejillas.

-¿Qué no te acuerdas? -Las lágrimas comenzaron a caer, lentamente, sobre mis mejillas -¿Es que estás acostumbrado a eso? ¿A acostarte con chicas y luego olvidarte de ellas? -Solté un pequeño sollozo. Comencé a llorar con más fuerza. Harry llevó su mano hasta mis mejillas, para secarme las lágrimas que caían sobre ellas. Le aparté la mano. Él me miraba triste, decepcionado. Pero consigo mismo-No me toques. No me vuelvas a tocar en lo que te queda de vida.

-No me hagas esto -Llevó su mano hasta mi mejilla, la acarició mientras me miraba.

-No me hagas esto tu a mí -Le dije entre lágrimas. Le quité la mano de mi cara -Vete con ella Harry.

-No sé si es mi bebé.

-¿Y si lo es?

-¿Y si no lo es?

-Eso aún no lo sabes. No creo que una mujer pueda mentir con algo así.

-Pero es que yo no quiero estar con ella, yo quiero estar contigo. Durante el resto de mi vida -Mis lágrimas caían con mayor fuerza. No entiendo por qué me hace esto. Por qué sigue aquí, después de todo. Iba a ser padre. Cabía la posibilidad de que él no fuese el padre. Pero esa posibilidad aún no estaba presente entre nosotros, así que de momento la responsabilidad de ese hijo era suya.

-Deberías de haber pensado en eso cuando te acostaste con Kendall -Le dije fría. Sequé mis lágrimas. Respiré fuerte y me mordí el labio con fuerza. No quería llorar más.

-Lo siento Madison, lo siento. Sé que fui un idiota. No sabía nada de ti, estaba confundido, bebí demasiado-Llevó sus manos hasta su cara, se la tapó. Respiró hondo. Realmente se veía apenado. Quitó las manos de su cara y me miró. Por fin me miraba a los ojos de verdad.

-Te olvidaste muy rápido de mi, por lo que veo. Tú, sin embargo, estuviste en mi mente cada día, cada hora y cada minuto, presente. Era imposible sacarte de ella. Contaba los días que quedaban para verte de nuevo. Pero mientras que eso pasaba, tú estabas pasándotelo bien con esa chica.

-¿Enserio crees eso? Yo también estaba ansioso por verte. Contaba cada minuto que faltaba para verte de nuevo, te necesitaba. Te amaba -Paró durante algunos segundos de hablar, me miró fijo a los ojos, sus ojos estaban tristes, al igual que los míos. Continuó su frase -Y te amo.

-No Harry, no me amabas. Ni me amas. Si me amaras de verdad no me harías esto.

-No es nada seguro Madison.

-No quiero tenerte más tiempo aquí en mi casa. Coge tus cosas y vete, por favor.

-No me hagas esto pequeña -Me agarró del brazo, acercándose a mí. Agaché la cabeza, no quería mirarle a los ojos, sabía que no podía dejarlo marchar. Él me agarró la barbilla con su mano y me subió la cabeza, encontrándose nuestras miradas, y perdiéndose la una con la otra. Cerré los ojos y cuando los abrí aparté mi mirada de la suya.

-Vete, por favor -Las lágrimas empezaron a caer sobre mis mejillas. Pequeñas lagrimitas se apoderaron de los ojos de Harry. Enseguida se apartó de mí y cogió sus cosas. Se dirigió a la puerta. Desde ahí me miró, triste. Yo solté un sollozo y aparté mi mirada de él. Luego salió por la puerta y cerró.

Solté varios gritos, de rabia, frustración, dolor. Comencé a llorar de nuevo. Cogí un cojín que estaba en el sofá y comencé a darle golpes, a intentar romperlo. Al ver que mis intentos eran fallidos, lancé el cojín y me tumbé en el sofá. Llorando, desconsolada. Hacía tiempo que no lloraba así. Hacía tiempo que no sentía un dolor tan grande. Esta vez el dolor nacía en mi corazón. Acababa de romperse, en mil pedazos. Mi cara estaba húmeda, pero las lágrimas no dejaban de caer. Duele, duele mucho. Pero duele más amarlo tanto, amarlo tanto como le amo. Eso duele más. Saber que pase lo que pase, me haga lo que me haga, yo siempre lo amaré. Llevo mis manos a mi cara y me la tapo. Lloro con más fuerza. Con suerte, me ahogaré en mis propias lágrimas.

-----

·Narrador Omnisciente.

-Te estoy hablando muy enserio Connor.

-Es que ya me has dicho lo mismo como-hizo una pequeña pausa-¿30 veces? -Dijo soltando una pequeña carcajada.

-Esto es serio. Harry quiere saber si el hijo es suyo. Y para eso necesita una prueba. ¿Me dices cómo narices conseguimos que crea que es su hijo?

-Si sigues diciéndole que no te harás la prueba es peor. Tú hazte la prueba y listo.

-¿Me estás vacilando? ¿Quieres que todo se vaya a pique ya?

-Te preocupas demasiado por las cosas, nena. Tú sólo dile que sí, hazte esa maldita prueba. Yo me encargaré de todo lo demás, no te preocupes por nada -Dijo. Luego dio una gran calada al cigarrillo que tenía entre sus dedos.

-Confío en ti -Le sonrió. De una manera cómplice.

-Y ahora ven aquí-La agarró de la cintura y la acercó hasta pegarla a él -Te noto algo tensa nena -Le susurró. Sus labios estaban pegados a los de ella. Escasos milímetros los separaban. Después de algunos segundos intercambiando miradas, se besaron.

-----

·Narra Liam.

9.00.

Estábamos a punto de llegar a casa de las chicas. Danielle iba conmigo en el coche, en el asiento de al lado. Había pasado la noche en mi casa, otra vez. Ella es realmente increíble.
Madison no nos cogió el teléfono anoche, y ahora tampoco contesta las llamadas.
Harry estuvo bebiendo, y llegó bastante tarde. Casi estaba empezando a amanecer. No sé que habrá pasado entre ellos.

Aparco el coche en el aparcamiento reservado para el coche de Danielle, que estaba en el mecánico, por lo que el aparcamiento estaba libre. Salimos del coche y nos dirigimos hasta la puerta de la casa. Pegamos, pero no contesta nadie.

-Que raro, Madison siempre se levanta temprano para ir a correr -Me dice Danielle. En su rostro podía notar que se estaba empezando a preocupar. Y yo también.

-¿Sigue sin contestarte las llamadas y los mensajes? -Le pregunté. Ella coge su móvil, lo desbloquea para ver si tiene algún mensaje nuevo, niega con la cabeza -Entonces abre tú y ya está -Abrió la puerta y entramos. Fuimos hasta el salón. Madison estaba tirada en el sofá, dormida. En la mesita de enfrente, había una botella de vodka, completamente vacía. Danielle y yo nos miramos rápidamente. Madison había estado bebiendo.

-Madison -Danielle corrió hasta dónde estaba tumbada Madison, se tiró al suelo, quedando más o menos a su misma altura. Le dio pequeños golpecitos con la mano en sus mejillas. Pero ella seguía sin despertarse. Aumentó la fuerza con la que le daba esos pequeños golpes. Madison abrió los ojos poco a poco.

·Narra Madison.

Abrí los ojos poco a poco, ni si quiera podía abrirlos del todo. Me iba a estallar la cabeza. No sé que hago todavía en el sofá. Pero no me da tiempo a pensar más. Me vienen unas enormes ganas de vomitar. Ni si quiera contesto a Danielle. Me levanté del sofá rápida y fui corriendo hasta el cuarto de baño. Vomité. Me miré al espejo. Tenía el maquillaje esparcido por toda la cara, parecía un estúpido payaso. Me lavé la cara. Por fin pude abrir los ojos por completo.Fingí ante mí misma, una pequeña sonrisa. Pero no podía engañar a nadie, y mucho menos a mí. La sonrisa se me borró del rostro en apenas segundos, y rompí a llorar de nuevo. Me seguía doliendo la cabeza. Me volví a mirar al espejo. Esta vez sequé mis lágrimas e intenté recordar lo que había pasado anoche después de que Harry se marchara. Lloré. Lloré mucho. Hacía tiempo que no lloraba tanto, desde la muerte de mi madre. Por un momento pensé que se me acabarían las lágrimas, pero no. Quería desaparecer durante un rato, quería olvidarme de todo. Lo último que recuerdo es que abrí esa botella de vodka que estaba por la mitad.

Salí del cuarto de baño, fui hasta el salón. Ahí estaban Liam y Danielle. No entendían nada. Me miraban preocupados. Yo ni si quiera sabía como hablarles sin romper a llorar. El dolor de cabeza me estaba torturando, necesitaba una buena ducha de agua fría.

-¿Qué ha pasado Madison? -Vino hasta a mi y me agarró de los brazos. Me sacudió, sin hacerme mucho daño. Yo estaba ahí parada, sin decir nada. Intenté contener mis lágrimas, pero se me hizo completamente imposible. La abracé y rompí a llorar en sus brazos. Ella me siguió el abrazo. Pasaba su mano por mi pelo, lo acariciaba. Supongo que intentaba calmarme, yo seguía llorando. -Tranquila -Me decía serena -¿Qué ocurre? ¿Me vas a decir que ocurre? -Yo intenté hablar. Al menos decirle alguna palabra. Pero las lágrimas y los sollozos me lo impedían. La abrazaba con más fuerza aún.
Danielle miró a Liam, no sabía muy bien que hacer conmigo. Me separé de ella. Me faltaba aire, tenía la respiración entrecortada. Me sequé algunas lágrimas. Y comencé a hablar entre sollozos.

-Ha..-No me salían las palabras, a penas podía hablar. Tartamudeaba. -Ha...Harry -Le dije entre grandes sollozos.

-¿Qué pasa con él? -Dani y Liam se miraron.

-¿Qué ha pasado Madison? -Liam se acercó a nosotras.

-Ke...Ke..Kendall. Es..Es..Está embarazada -Logré decir.

-¿Qué? -Dijeron al unísono. Se miraron entre ellos. Yo seguía llorando. Respiré hondo durante varios segundos, logré calmarme un poco y dejar de tartamudear.

-Harry me lo dijo ayer. Está embarazada, el hijo es de él.

-¿De Harry? -Gritó Liam. Yo asentí con la cabeza. Las lágrimas estaban a punto de salir otra vez, pero logré contenerlas.

-No puede ser tía.

-Yo también pensaba eso, pero es su hijo.

-¿Cómo lo sabes?

-Me lo dijo él mismo anoche.

-¿Pero ya sabe si es su hijo?

-No lo sé Liam, Kendall aún no se hizo ninguna prueba que lo demuestre. Estaban borrachos y por lo visto pasaron la noche juntos. Harry dice que no se acuerda de nada.

-Harry siempre se acuerda de esas cosas -Me dijo Liam, bastante serio. Probablemente estuviese pensando en las consecuencias de todo esto, en el gran lío en el que se había metido Harry.

-Pues esta vez no se ha acortado, o no se quiere acordar más bien -Le dije cortante.

-Tampoco te precipites tía, lo mismo ni está embarazada.

-Que si, que le ha enseñado los papeles a Harry, que está embarazada.

-Pero a lo mejor no es su hijo tía.

-Bueno, de momento no contamos con esa posibilidad. Hasta que no se haga las putas pruebas, tendré que esperar.

-¿Y qué pasará si no es el padre?-Preguntó Liam. Llevaba varios segundos callado, así que

-La mataría. Aunque no creo que juegue con ese tipo de cosas.

-¿Y si es el padre? -Dijo Danielle.

-No sé. Sólo espero que esta pesadilla pase pronto -Llevé mis manos a mi cabeza y solté un gran suspiro.

----

Es temprano. Me encuentro en el sofá, sentada con las piernas cruzadas, frente a mi hermano, que está tumbado tal como cayó al tirarse al sofá. Le conté todo lo sucedido con Harry. Él lleva todo el tiempo escuchándome atento. Por un momento pensé que se había quedado dormido con los ojos abiertos, ni siquiera me contestaba. Pero no, seguía despierto.


-El jugó conm..-Paré de hablar durante varios segundos. Lo miré mal -¿Me estás escuchando? -Le di un golpe en el brazo. Se había quedado en su mundo. Sacudió un poco su cabeza, me miró extrañado. Ni si quiera sabía de qué le estaba hablando.

-Sí, claro que sí -Me dijo nervioso.

-No, claro que no. Seguro que sólo me has escuchado el principio y ya está.

-Es que tengo sueño, ¿qué hora es? ¿Las ocho?

-No lo sé. Ni me importa. Ni a ti tampoco te debería de importar. Te estoy contando mis problemas amorosos, como en los viejos tiempos. Me acaban de romper el corazón y parece que te da igual. Antes saltabas como un loco a buscar al chico que me hiciese daño y partirle la cara.

-¿Eso es lo que quieres? -Me dijo con doble, quizá para hacerme pensar. Sólo quizá.

-Sí- Le mentí. Y a la vez no. Mataría a Harry con mis propias manos. Rompería su corazón en trocitos aún más pequeños que los míos. Pero a la vez, no haría nada de eso. Sería incapaz de hacerle daño al amor de mi vida, al hombre que tanto quiero, por mucho daño que me haga él a mi.

-Sabes que no.

-Que te calles, tú que sabrás -Me hice la molesta. En realidad, mi hermano es la persona que mejor me conoce en el mundo.

-Sabes que llevo razón.

-Que no.

-Que sí.

-Que no y punto. Yo soy el mayor, así que cállate.

-Eso es abusar de tu poder, y es injusto.

-Hay muchas cosas injustas en la vida, hermanita-Dijo seguido de un gran suspiro. Miró pensativo al suelo, sin duda se le estaba viniendo algo a la cabeza. Empezó a poner cara de tonto, más de lo habitual.

-¿Y tú en que piensas, eh? -Le di un pequeño golpe en el brazo. Él me miró y sonrió aún más.

-¿Yo? En nadie -Dijo nervioso. Por primera vez vi como a mi hermano se le enrojecían las mejillas.

-Ayyyyyyyyy -Grité-¡Que te me has enamorado Peter! -Grité mientras le daba golpes en el brazo con mis manos, emocionada, motivada, ni yo misma lo sé. Pero parecía tonta, y lo soy.

-Shh-Me mandó callar- Que no grites, que es temprano.

-HOOOOOOOOOOOLA BUENOS DÍAS POR LA MAÑANA -Dijo Amy entrando a la casa,gritando como siempre, y cerrando la puerta de un portazo. Traía bolsas en la mano. Raro en ella que se haya levantado tan temprano y encima haya ido a comprar. Seguramente estaría con Malik. Vino hasta el salón.

-¿Pero es que aquí nadie puede hablar con un tono de voz normal? -Dijo mi hermano, intentando poner orden. Pero no, a Amy es imposible callarla.

-QUE TE CALLES-Le gritó. Intentó hacerse la seria, pero acabó riéndose fuerte, muy fuerte. Mi hermano y yo nos miramos y reímos, Amy no paraba de reír, estaba más loca de lo normal- ¿Dónde puedo poner esto? -Me señaló con la mirada las bolsas que traía en la mano.

-Ponlo en la cocina. ¿Qué has traído Amy?-Me levanté y me puse a su frente.

-Nada, algunas cositas para que te animes un poco.

-Ah, ¿y con esos gritos la vas a animar? -Dijo mi hermano desde el sofá. Seguía tirado tal como cayó.

-Yo por lo menos intento animarla, no como tú, borde. Tu hermana necesita muchos mimos hoy para no acordarse de que ha cortado con Harry y de que va a ser padre -Peter y yo la miramos mal -Ay, perdón -Se llevó las manos a su boca y la tapó.

-La que venía a ayudar -Dijo con cierta ironía. Luego se levantó del sofá -Anda, dame -Fue hasta Amy y le quitó las bolsas que estaba sosteniendo.

-Oh, que caballeroso -Lo miró extrañada y siguió con su mirada el camino que recorrió mi hermano hasta llegar a la cocina -¿Qué le pasa a tu hermano? Está mas raro de lo normal.

-Creo que está enamorado.

-¿De quien?

-Ni idea, llegaste justo cuando me lo iba a decir. Oportuna.

-Ay que mono, que se ha enamorado. Peter Madison, Peter.

-Sí, lo sé. Algo raro de creer, pero nunca lo había visto así. Antes -Me acerqué a ella -Se sonrojó pensando en la chica -Le dije susurrando.

-¿Con quien estuvo de fiesta?

-Con Louis.

-A lo mejor han conocido a alguien.

-No sé, pero lo tengo que averiguar.

-Buenos días -Danielle entró al salón, nos dio un beso en la mejilla a cada una -Te vendría bien correr un rato, así te despejas -Me dijo.

-No sé como os las apañáis, pero siempre me acabáis recordando mi ruptura con Harry -Sonreí enseñándole todos mis dientes.

-Ay, lo siento cielo -Me dio un pequeño abrazo -Me voy a correr un rato, ¿estarás bien? -Asentí con la cabeza- Por cierto, hoy le dan los resultados a Kendall.

-¿Hoy? -Asintió -¿Tan pronto? -Volvió a asentir.

-Ha sido Harry el que ha meneado el asunto para que puedan tener los resultados pronto.

-Tan sólo ha pasado un día.

-Pues por lo visto no podía esperar más a saber si es su hijo o no.

-¿Y los médicos le han echo caso?

-¿Hola? Es Harry Styles -Dijo Amy, irónica -Obtendrá todo lo que quiera, cuando lo quiera.

-¿Irás a ver a Harry? -Preguntó tímida.

-No Dani, no quiero verle.

-Pero tendrás que despedirte de él.

-¿Despedirme? -Asintió.

-No, no quiero despedirme. Ya me despedí de él.

-¿Y si no es el padre?

-Bueno, se sabrá hoy.

----

·Narrador Omnisciente.

-¿Estás seguro que has podido cambiar los resultados del doctor, sin que se dé cuenta?

-Connor tío, todo está bajo control. Está todo cambiado. Ese viejo ni si quiera se ha dado cuenta, y nadie lo hará.

-Gracias tío, te debo una.

-Sin problema.

Connor despidió a su 'amigo', enfermero del hospital, y fue hasta donde estaban esperando Kendall, Harry y los chicos.

-Hola -Dijo Connor al llegar, mostrando una pequeña sonrisa -¿Cómo estás? -Le dijo a Kendall, seguidamente de un abrazo.

-¿Y tú eres? -Le contestó Harry, serio.

-Soy Connor, un amigo de Kendall -Le pasó el brazo por encima, ella lo agarró de la cintura, abrazándose a él.

-En realidad no es simplemente un amigo, es mi mejor amigo. No sé que haría sin él -Sonrió.

-Encantado de conoceros -Le dijo a Harry y a los chicos.

-Igualmente -Le contestó Louis. El resto sonrió.

Llegó el médico. Harry se puso algo nervioso.

-Pueden pasar conmigo dentro -Le dijo a Harry y a Kendall. Kendall miró a Connor, este asintió con la cabeza, indicándole que todo iba a ir bien. Luego fueron con el médico hasta su consultorio.

-Aquí tiene las pruebas que me ha pedido, Harry -Le entregó una carpeta celeste, dentro habían varios papeles. Harry tenía la esperanza de que el hijo no fuese suyo.

Pero sus esperanzas se rompieron al leer por sí mismo, que la prueba de ADN había dado positivo, y que el hijo que esperaba Kendall, era de él.

-------------------------------------------------------------------------------



martes, 14 de enero de 2014

Capítulo treinta.

Maratón de capítulos 28, 29 y 30. Baja un poco más abajo para leer el 28 y 29. LEE EL FINAL DE ESTA ENTRADA :)
--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 30. | Te amo

Habíamos cenado fuera, estuvimos muy bien, hasta que salimos del restaurante. Habían muchos paparazzis intentando sacarnos fotos juntos. Y tuvimos que huir, por decirlo de algún modo, rápido de ahí. Entramos en mi casa, no había nadie más. Tiré las llaves a la mesita que había al lado de la puerta, como de costumbre. Me puse enfrente de Harry y lo miré, sonriendole. Él hizo lo mismo. Pasé mis brazos por su cuello, agarrándolo por la nuca.

-¿Sabes una cosa? -Le dije.

-¿Qué?

-Te quiero -Dije pegando mis labios a los suyos, él no aguantó las ganas que tenía de besarme, las cuales eran mutuas, y me besó.

-¿Y sabes qué? -Me dijo.

-¿Qué?

-Yo más -Me volvió a besar, tenía sus manos puestas en mis riñones, las fue subiendo acariciando mi espalda.

-Imposible -Le dije entre besos. Nos miramos, y nos lo dijimos todo. No hicieron falta palabras. Comenzamos a besarnos lentamente, disfrutando de cada uno de los besos que nos dábamos. Yo le acariciaba con una mano el pelo y con la otra le tenía agarrada la nuca. Él subía y bajaba su mano por mi espalda, acariciándola, y con la otra mano, me pegaba aún más a él.

Los besos cada vez eran más intensos. Él seguía besándome, cada vez con más ansias, como si no hubiese un mañana, yo me dejaba llevar por las mariposas que sentía dentro de mi estómago. Empezó a quitarme la chaqueta lentamente, sin dejar de besarme, y luego comenzó a darme pequeños besos por el cuello hasta llegar a mis hombros, los cuales también besó. Cuando me consiguió quitar la chaqueta la dejó tirada por el suelo y siguió besándome. Estaba algo nerviosa, pero empecé a quitarle su chaqueta, se la quité poco a poco mientras nos besábamos. Cuando se la quité la tiré. Tuvimos que dejar de besarnos por la falta de respiración, las cuales sonaban jadeantes, no era suficiente respirar entre beso y beso, ya que cada vez eran más seguidos.

Nos miramos, volvió a poner sus manos en la zona donde estaban mis riñones, luego bajó sus manos hasta mi trasero, y me subió encima de él, cruzando mis piernas por su espalda. Me llevó hasta la habitación. Entramos como pudimos y cerró la puerta de una patada. Solté una pequeña carcajada. Me tiró en la cama lentamente y me miró, observándome de arriba a abajo, me levanté un poco y me senté, me quité los tacones y el collar y los tiré. Mientras tanto, él se desabrochaba algunos botones de su camisa. Me senté en la cama de rodillas y lo miré mientras agarraba uno de los botones de abajo de su camisa y lo desabrochaba lentamente. Mi cabeza llegaba sobre el final de su abdomen y de los últimos botones de su camisa, desabroché éstos y aparté la camisa, tirándola al suelo. Le di pequeños besos acompañados con mi lengua, él se mordía el labio, aguantando el placer que le producían estos pequeños besos. Desabroché su cinturón y lo lancé. Él bajó sus pantalones. Solté una diminuta carcajada al ver el gran bulto que sobresalía de sus boxers. Pasé mis brazos por su cuello, agarrándome a él mientras le besaba. Luego me fue dejando caer lentamente en la cama, quedando él encima. Bajé mis manos por su pecho y lo acaricié, sintiendo su piel caliente sobre mí. Atrapo sus labios con los míos, y nos comenzamos a besar. Esta vez con más intensidad, ansiedad, pasión, deseo. Hizo que quedásemos sentados en la cama mientras nos besábamos, yo tenía mis piernas cruzadas por su espalda, me quitó el vestido lentamente, mientras acariciaba cada zona de mi cuerpo que tocaba.  Yo mientras tanto pasaba mi boca por su cuello, besándolo. Por fin me quitó el vestido por completo, observó durante algunos segundos como me veía en sujetador. Y luego volvió a besar mis labios, pasaba sus manos por mi espalda, de arriba a abajo, acariciándola. Pasó su boca por mi cuello, y comenzó a besarlo lentamente, yo aparté mi cabeza hacia atrás, para que pudiese hacerme lo que quisiera. Me tumbó lentamente mientras me daba besos por el cuello y fue bajando hasta llegar mis senos, los cuales estaban cubiertos aún con el sujetador. Él comenzó a darme pequeños besos por toda esa zona, y luego bajó hasta mi barriga. Su respiración era muy agitada, al igual que la mía.

Dí la vuelta quedando encima de él, él tenía puestas sus manos en mi trasero, acercando mi cuerpo aún más a él, notaba cómo su miembro, que rozaba mi cuerpo, cada vez estaba más duro. Hasta parecía que en cualquier momento fuese a explotar. Nos besamos de nuevo. Él subió sus manos desde mi trasero hasta mi espalda, dónde se encontraba el cierre del sujetador, acariciando todo mi cuerpo. Desabrochó mi sujetador y lo dejó tirado por la cama. Observó mis senos con deseo y una sonrisa se dibujó en su rostro. Comenzó a darme pequeños besos por la parte baja del cuello hasta dejar fija su mirada nuevamente en ellos, y comenzó a besarlos. Yo me mordía el labio, aguantando el placer que me producía aquello.

Dio la vuelta quedando encima mía nuevamente. Empezó a besar y a acariciar todo mi cuerpo, desde el cuello hasta las piernas. Bajó mis braguitas y las lanzó. Hizo lo mismo con sus boxers.
Nuestras miradas se encontraron, y se perdieron entre ellas. Tan sólo podíamos escuchar el ruido de nuestras respiraciones agitadas en la habitación. Observó cada uno de los detalles de mi cara durante unos segundos, yo hice lo mismo con la suya. Lo quería tanto.

Harry se apartó de mí, y se estiró hasta la mesita de noche, abrió el cajón y sacó de él un condón. Me miró sonriendo. Yo le miré y le dediqué una sonrisa tímida. Luego volvió a mí, quedando nuevamente encima. Se puso el condón.

-Hazme tuya ya, Harry -Le dije con la respiración agitada todavía. Me traicionó el subconsciente. Me dejé guiar por mis pensamientos, y acabé pidiendo justamente lo que más deseaba, que me hiciese suya, como nunca antes lo había echo, y como tanto deseábamos.

Le rodeé con mis piernas. Introdujo su miembro dentro de mí. Solté un gran grito de dolor, era la primera vez que alguien se metía dentro de mí y al principio me dolió bastante. Empezó despacio, no quería seguir haciéndome daño. Y cada vez iba un poco más rápido. Sentía que lo tenía dentro de mí, era una sensación increíble. Mis manos estaban acariciando su espalda, pero esas caricias se convirtieron en pequeños arañazos, clavé mis uñas en su espalda al sentir que el ritmo aumentaba. Gemíamos juntos. Nuestros fuertes gemidos y respiraciones agitadas se habían apoderado del silencio que en un principio había en la habitación. Me pregunto si nos escucharía algún vecino.

Me movía a su misma vez, siguiendo su ritmo. Sentía cómo mi corazón quería salir de mi pecho y gritar, gritar tanto como yo, o incluso más, de felicidad.

-Te amo -Me susurró al oído.

-Y yo a ti -Le dije como pude. Las palabras salieron de mi boca de una forma bastante excitada. Los gemidos y el placer se apoderaron de mí. Harry se apoderó de mí. Necesitaba esto, necesitaba sentirle dentro, sentir que me amaba. Ahora él era mío, y yo era suya.

Harry acelera aún más el ritmo, me susurra cosas al oído. Nos besamos con pasión, como si no hubiese un mañana. Una de mis manos se encontraba perdida en su pelo, la otra seguía en su espalda.
Nuestros cuerpos se encuentran completamente unidos. Él seguía dentro de mí, los gemidos no eran suficientes, necesitaba sacar todo el placer que tenía dentro. Él seguía susurrándome cosas bonitas al oído, yo le contestaba como podía. Nos volvemos a besar. Nuestras lenguas juegan entre ellas.
Sonreímos. Yo sigo gimiendo, algo me decía que estábamos a punto de llegar. Le supliqué con la mirada que no parase. Él empezó a moverse más rápido, juro que como siga me moriré del placer.

·Narra Harry.

Voy más rápido, puedo sentirla debajo mía, gimiendo. Sus mejillas están enrojecidas, y sus ojos brillan. Me pierdo en su tierna mirada, esa mirada que me vuelve loco. Ella me vuelve loco. Nunca nadie me había echo sentir esto que siento por ella. Y nadie más lo hará. Nadie. Cierra los ojos y se muerde el labio, evitando gritar más. Pero le es imposible, por mucho que lo intente, el placer era mayor, se había apoderado de nosotros. Por fin la siento mía, completamente mía. Su cara de placer es demasiado. Creo que me voy a volver loco, pero por ella. Me muevo más rápido, ella sigue mi ritmo. Me encanta. Estamos a punto de llegar. Gemimos tan fuerte como no lo habíamos echo hasta ahora. Y por fin me fundo en ella, y ella se funde en mí. Me separo de ella y beso sus labios suavemente. Me levanto de la cama a tirar el condón. Cuando vuelvo ella sigue ahí, tumbada en la cama, intentando que su respiración vuelva a la normalidad. Me tumbo en la cama a su lado, y comienzo a besarla de nuevo, mientras acaricio su enrojecida mejilla con mi mano.

Nos acomodamos en la cama, quedando tumbados, uno frente al otro. Me pierdo en su mirada, la cual me volvía loco. La amo demasiado.

-Te quiero -Le doy un beso- mucho -le doy otro beso- y siempre lo haré -la vuelvo a besar. Pero esta vez es ella la que toma el control del beso. Nuestras lenguas vuelven a jugar. Ella me acaricia la nuca y el cuello con sus suaves manos, lo cual me encanta.

-Yo a ti más, pequeño -Me dice seguido de otro beso. Era la primera vez que me llamaba así, 'pequeño' Y me había encantado, quería ser su pequeño, su novio, su marido, el padre de sus hijos, y morir a su lado. Quería pasar el resto de mi vida a su lado, no quería que nada nos separase, y de ser así, que sea tan solo la muerte.

·Narra Madison.

Llevé mi cabeza hasta su pecho, acurrucándome en él. Él me dio su mano y entrelazamos nuestros dedos. Sentía que nuestras manos estaban echas la una para la otra. Que nosotros estábamos echos el uno para el otro. No me imagino sin él. Ni tampoco me quiero imaginar.

-Te amo, Harry - Dije levantando mi vista hasta llegar a la suya. Él me sonrió. De una manera diferente, sus ojos brillaban y se le veía feliz. Como a mí. Probablemente esta haya sido la primera vez en que le dije te amo, y espero que no sea la última. Noté como sus mejillas se sonrojaron, aunque lo intentó evitar con otra sonrisa. Acerqué mis labios a los suyos, y le di un pequeño beso sonoro.

-Yo a ti más, princesa -Me dijo al separarnos de aquel beso, y entre sonrisas.

·Narra Harry.

Era la primera vez que me decía te amo así. La amo. La amo demasiado. Me está empezando a doler por dentro el amarla tanto. Quien sabe si me obsesionaré con ella. O quizá ya esté obsesionado. Lo que sí sé, es que estoy enamorado. Como nunca lo he estado de nadie más, y como nunca lo estaré.

Y entonces empezaron a llegar malos pensamientos a mi mente. Pensamientos llamados Kendall y un bebé. Su bebé. Tenía claro que ese no era mi bebé. Yo no me acosté con Kendall. Yo no quería otra que no fuese Madison, y a día de hoy, sigo sin quererla.

¿Qué podría hacer? No quiero separarme de Madison. Tengo que comprobar si ese hijo es mío. ¿Pero y si es mío? la pregunta se repetía una y otra vez en mi mente. Tenía la mirada perdida en el techo. Madison desentrelazó nuestros dedos. Ahora sus dedos jugaban con los míos, dándoles pequeños toquecitos. Los miraba con una sonrisa. Era tan bonita, como ella. Agaché un poco mi cabeza hasta llegar a la suya, que se encontraba en mi pecho. Le dí un pequeño beso en la cabeza. Ella sube su mirada hasta encontrar a la mía. Me sonríe.

-¿Sabes? Sé que no me fallarás Harry. Sé que no eres como los demás. Sé que eres diferente. El amor de mi vida, te amo -No me dio tiempo a contestar. Me besó, fugazmente.

Sus palabras se perdían por mi mente. Yo le haría daño. Y todo por esa zorra de Kendall. Desearía volver atrás y cambiar errores que cometí, si es que los cometí. Pero no, no quiero volver al pasado, porque este momento no hubiese ocurrido. Y ha sido lo mejor de toda mi vida.

'No me fallarás Harry' 'No eres como los demás' 'Eres diferente' 'El amor de mi vida' 'Te amo' 'Harry, estoy embarazada' Esas palabras se apoderaron de mi mente, hasta llegar al punto de que me atormentaban. Sacudí mi cabeza como pude, intentaba que esos pensamientos desaparecieran, pero no fue así.

¿Y si le hablo ahora?

Estropearía este momento.

¿Y si no se lo digo nunca?

Tengo que hacerlo.

-Madison -Ella no contestó. Aparté el mechón de su pelo que le tapaba la cara, para verla. Se había quedado dormida, abrazada a mí, acurrucada en mi pecho. Podría tenerla así toda la vida. Y nada me haría más feliz -Duerme bien pequeña, te amo -Le susurré. Seguidamente le di un beso en la cabeza, y la abracé, pegándola más a mí, pero con cuidado de no despertarla.

---

·Narra Madison.

Abrí los ojos poco a poco, las cosquillas en el estómago, seguían presentes. Ya desde por la mañana temprano. Me di la vuelta, tan sólo una sábana es lo que mantenía tapado mi cuerpo desnudo, me giré y ahí estaba. Me acerqué a él y le acaricié con mi dedo el pecho poco a poco, mientras lo observaba dormir. Había sido la mejor noche de toda mi existencia, me sentí la mujer más querida y feliz del mundo y todavía lo sigo sintiendo. Él abrió poco a poco los ojos y me miró, dedicándome una sonrisa. Pasó su brazo por mi cuello y me acercó a él, dándome un tierno beso.

-Buenos días dormilona -Me dijo sonriendo- Anoche fue la mejor de toda mi vida.

Y por fin encuentro algo más adorable que Harry, y es Harry recién levantado.

-Buenos días pequeño -Lo volví a besar. Sus besos se habían convertido en algo necesario para continuar, casi tanto como él.

-¿Cómo has dormido?

-Genial, no podía haber dormido mejor. ¿Y tú?

-Igual que tú, y en la mejor compañía -me dio un pequeño beso -Te mueves mucho por la noche -Rió.

-Ya lo sé -Reí.

-Y me quitaste toda la sábana anoche. Tenía frío -Me hizo un pequeño puchero, yo reí -Enserio, no paras quieta. No es la primera vez que dormimos juntos y nunca te habías movido así.

-Sería porque estaba feliz.

-¿Y ya no?

-Sí, soy la persona más feliz en este mundo. Te quiero, te quiero, te quiero -Le repetí seguido mientras le daba pequeños besos acompañados de un te quiero diferente.

----
·Narrador Omnisciente.

-Está bien, aquí tienes. Un informe médico y una ecografía. No se ve mucho, ya que el bebé aún es pequeño- Kendall le dio lo dicho a Harry. Éste lo cogió, no muy convencido, y lo miró todo, sin saltarse ningún detalle. Su mirada cambió conforme leía el informe médico. Algo se había roto dentro de él, quizá la ilusión de vivir una vida junto a Madison, o su corazón.

-¿Cómo sé si es mi hijo? -Le dijo serio.

-¿Enserio Harry? Otro tipo de mujer, te habría mandado a la mierda. Y se habría echo cargo del bebé sola. Esas cosas no se preguntan a una mujer. Pero sí, si es tuyo. No me he acostado con nadie más desde que te conocí, porque no quiero otra persona dentro de mí que no seas tú -Se acercó peligrosamente a él. Él supo reaccionar rápido, más bien su mirada, la cual miró a Kendall con cierta repugnancia.

-Te quiero Harry. Sé que tu quieres a esa chica, pero yo estoy dispuesta a esperar a que te enamores de mí. Sé que te puedo enamorar.

-Jamás me enamoraré de otra persona que no sea Madison, jamás.

-No sabes cuánto me duelen tus palabras. Pero entiendo que estés confundido. Puedo esperar el tiempo que sea necesario. Mi amor por ti es mayor que toda la rabia que siento porque no me ames como yo te amo a ti. Algún día seremos una familia feliz. Tú. Yo. Y nuestro pequeño -Dijo llevando las manos a su barriga, mientras la acariciaba sonriendo.

-Yo no te quiero, y te aseguro que nunca lo haré. Me haré cargo de ese bebé porque tengo que ser consecuente con mis actos. Dame tiempo, intentaré hablar con Madison lo antes posible. No comentes nada, nadie puede saber que estás embarazada -Una sonrisa se dibujó en el rostro de ella al ver que sí se haría cargo de ese bebé.

-No sabes lo feliz que me hace escucharte decir eso. No te preocupes, seré una tumba -Sonrió maliciosa. Algo traía entre manos.

---

·Narra Madison.

Me puse encima de Harry, abrí mis piernas, en el espacio que había entre una y otra estaba su abdomen, él tenía puestas sus manos en la parte trasera de mis muslos. Yo comencé a besarle el cuello, hasta llegar a su boca, la cual besé con mayor intensidad.

-Espera- Me dijo. Y acto seguido se incorporó en el sofá, quitándome de encima.

-¿Qué pasa?

-Tenemos que hablar -Me quedé sentada en el sofá, con las piernas cruzadas, lo miré seria. Él hizo lo mismo. Las palabras no salían de su boca, no sabía que decirme, sólo sabía que debía decirme algo.

-¿Sobre qué? -Llegó a mi mente la peor de las ideas. Él cogió aire, supongo que estaba a punto de decírmelo.

-Es que no sé como decírtelo, esto es difícil para mi -Conocía muy bien a Harry, y sabía que estaba conteniendo sus lágrimas, se le notaba en sus ojos.

-Sólo dilo.

-No quiero perderte, no quiero. Pero tampoco puedo hacerte esto, no puedo engañarte. Quería esperar a decírtelo en otro momento. Pero no puedo esperar más.

-No me vas a perder, tontorrón-Acaricié con mi mano su cara.

-Voy a ser padre.
---------------------------------------------------------------------------------------------------

Fin del capítulo.

Intentaré subir pronto. La historia, como os podéis imaginar, va a dar un giro. Así que comentadme con vuestra opinión y lo que creéis que va a pasar o queréis que pase.
¿Qué papel tendrán Kendall y Connor a partir de ahora?

Deciros, que la primera temporada de la novela, tendrá 40 o 50 capítulos, no más.
Y luego seguiré con la segunda temporada, que será diferente a esta, obviamente xd.

Recomendar la novela porfisssssss y si leéis COMENTAD por favor. Y ponerme vuestro @ al final del comentario si comentáis por aquí, porque no os conozco.

Ah, empezaré pronto otra novela. Probablemente sea completamente diferente a esta, tengo una historia en mente, puede o gustar mucho, o no gustar nada. Ya os comentaré más y subiré pronto la introducción.

Espero que os gusten, un beso cielos.

Capítulo veintinueve.

Baja un poco más abajo para leer el capítulo 28 :)
------------------------------------------------------------------------------------------
Capítulo 29 | Recuerdos.

·Narra Madison.

-Me alegra verla tan contenta y tan guapa, señorita -Me dijo Charlotte, con una gran sonrisa en su rostro.

-Lo mismo digo, usted es con el vino, mejora con los años -Le dediqué una sonrisa. Esta mujer me caía muy bien, sin duda se había comportado muy bien conmigo en el tiempo que estuve viviendo aquí.

-¿Había quedado con Harry? -Asentí con la cabeza -Tiene que estar al llegar-Miró su reloj -Se fue hace bastante rato.

-No importa, podemos esperar-Dije mirando a mi hermano, él asintió con la cabeza- ¿Hay alguien en casa?

-Liam y Zayn han salido. Niall y Louis en su habitación y el señor Adam está en su despacho. Pero saldrá dentro de poco, tiene cena con su mujer.

-Vale, si no le importa voy a subir arriba a ver a Niall.

-Claro que no, siéntase como en casa, esta siempre será su segunda casa. Yo estaré limpiando algunas habitaciones, si necesita algo, no dude en llamarme.

-Así lo haré.

-Y encantada de conocerle muchacho -Dijo sonriendole a mi hermano. Luego subió las escaleras.

-Papá está en casa, estoy algo nervioso.

-Ya, yo también -Le contesté -Pero de todas formas no te preocupes, no creo que Harry tarde mucho en llegar. Te presentaré a Niall y Louis y te puedes quedar con ellos hoy, ¿vale?

-Perfecto.

-Voy a subir arriba a ver a Niall, no tardaré en bajar, quédate en el salón -Le indiqué dónde estaba, él se sentó en un sofá y sacó su móvil. Yo subí las escaleras, nuevamente después de tanto tiempo me encontraba en este pasillo, donde tantas cosas había vivido, rodeada de habitaciones, las cuales me conocía muy bien, la única habitación que me quedaba por conocer era la habitación prohibida, esa habitación que mi padre tiene como algo especial, como algo suyo y si estuviese aquí, también de mi madre. Esa es la prueba que confirma lo mucho que él quería a mi madre, y a sus hijos, aunque no pudiese pasar con ellos todo el tiempo que el hubiese querido.

Me paré en frente de la puerta que conducía  a la habitación de Niall, dí dos leves toquecitos y abrí la puerta.

-¿Puedo hablar contigo? -Le dije y entré a su habitación. Me senté a su lado, en su cama -¿Tienes una nueva novia de verdad?

-No quiero hablar contigo sobre eso.

-No tienes por qué ocultármelo Niall, yo me alegraría mucho por ti.

-¿Enserio? -Asentí con la cabeza. Intenté que todos esos malos pensamientos sobre Diane que en ese momento pasaban por mi cabeza desaparecieran, seguramente Niall lo hubiese notado en mi mirada. A veces creo que me conoce mejor que otras personas. Y eso que no pude pasar a su lado todo el tiempo que hubiese querido.

-¿Y por qué mirabas así a Diane ayer?

-Bueno -Le dije seria, pensando. Pensando en qué decirle, en cómo explicarle que le quiero y no poco. Pero que en mi corazón nada ha cambiado, todo sigue igual. Sólo le quiero cómo un amigo, como un buen amigo, pero eso él ya lo sabe, o eso espero. Pero que no quiero que le hagan daño, ni Diane , ni ninguna. No quiero que le vuelvan a romper el corazón como, aunque me duela pensarlo, lo hice yo. Arranqué a hablar de nuevo -No quiero que te vuelvan a hacer daño.

-¿Te refieres al daño que me hiciste tú?

-Sí -Dije con la cabeza gacha. Solté un pequeño suspiro.

-Ella no me hará daño, sólo es una amiga -Dijo levantando mi cabeza por la barbilla con su mano.

-¿Y las velas?

-Madison, preocúpate por tus cosas mejor.

-Vale, ya veo como va todo. Espero que no te arrepientas de salir con esa chica.

-No lo haré -Estaba algo enfadada con él. No me gustaba que me hablase así, yo quería recuperarle, recuperar su amistad. Pero por lo visto él no quiere, prefiere hablarme mal, y no aceptar un consejo, ni si quiera escucharlo. Aunque es cierto que está dolido, y lleva toda la razón, yo le hice mucho daño, le rompí el corazón. Pero le quiero, y no quiero que le vuelvan a hacer daño.

-Ya nos veremos.

-Puede -Le miré mal. ¿Quería hacerse el duro? ¿El enfadado? No entendía nada, se supone que ya lo tenía superado, y que podíamos ser amigos, recuperar la amistad que empezamos en su día, y que no pudimos continuar por las circunstancias de la vida y por tomar decisiones precipitadas. Me acerqué a la puerta de la habitación y salí de allí. Cerré la puerta.

Me puse a mirar las puertas de las habitaciones que había en ese pasillo, yo y esa estúpida manía de ser tan curiosa, de mirarlo todo.

Pude ver que al fondo del pasillo, no muy lejos de mi, estaba la habitación prohibida con la puerta abierta, entornada. Me acerqué. Terminé de abrir la puerta y entré. La volví a dejar entornada.

-¿Qué haces tú en esta habitación? -Me dijo desde la puerta. Yo ni si quiera volteé a mirarlo, rompí a llorar al ver tantas fotos y recuerdos de mi madre, mil cosas vinieron a mi cabeza, miles de recuerdos. Ella no merecía irse, y mi padre no merece pensar que estamos muertos después de todo lo que ha vivido- Te he echo una pregunta -Se acercó a mi por detrás y me dio una vuelta,quedando uno enfrente del otro. Yo seguía llorando -¿Qué te pasa? -Solté un pequeño sollozo, y me abracé a él con fuerza, como nunca antes lo había echo, mientras lloraba. Él se quedó algo paralizado, pero después de algunos segundos, me siguió el abrazo.

Cuando nos separamos, ambos nos miramos, él me secó las lágrimas, mientras me miraba pensativo.

·Flashback·

-Pensé que no te volvería a ver-Le dijo entre sollozos y seguidamente se abrazó a él con fuerza, mientras rompía a llorar nuevamente. Cuando se separaron del abrazo, ambos se miraron, miles de sentimientos traspasaban sus miradas, se decían de todo con tan sólo una mirada. Él le secó las lágrimas lentamente, mientras se miraban.

-Te prometo que nunca más nos volveremos a separar. ¿Tú también me lo prometes?-Ella asintió con la cabeza y se volvieron a abrazar.

·Fin del Flashback·

-¿Qué pasa?- Le pregunté mientras me terminaba de secar las lágrimas.

-Nada... Es sólo -Negó con la cabeza,me miró pensativo. Llevó su mirada hasta mi cara y observó mis ojos y mi boca -Es sólo que te pareces tanto a ella... Y ahora... llorando... -Volvió a negar con la cabeza- Creo que me estoy volviendo loco.

-No, no está loco- Dije entre un pequeño sollozo -Déjese llevar por lo que su corazón le dice, le aseguro que no se equivocará.

-¿Qué intentas decirme?

-Que se deje guiar por su corazón. A veces las cosas pasan, las cosas y la gente, están ahí, sólo que uno no quiere verlo.

-Dime una cosa, ¿por qué llorabas?

-Siento mucho haber entrado en esta habitación, ya me voy -Comencé a andar, lo esquivé y me acerqué a la puerta, la abrí, ya que él la había cerrado.

-Espera un momento, por favor -Me giré para poder mirarle a los ojos mientras hablábamos -¿Qué es de tu familia?

-¿Eso que importa?

-Nunca me has dicho nada sobre tu familia, y me gustaría que me contases ahora.

-Ya no trabajo para usted, no tengo porque contarle nada sobre mi vida.

-Al entrar aquí te vinieron recuerdos de tu familia, que está lejos. ¿Es eso?

-Sí, supongo que sí. Encantada de volver a verle señor.

-Lo mismo digo -Me dijo. Su cara mostraba decepción.

Salí de la habitación, crucé el pasillo y bajé las escaleras. Fui hasta el salón.

-Ey, ¿te pasa algo hermanita? -Dijo levantándose del sofá al verme entrar.

-He entrado a la habitación prohibida y he estado con papá.

-¡¿Qué?! -Exclamó asombrado.

-Sí. Me puse a llorar y estuvimos hablando en clave, creo.

-¿En clave?

-Sí, no sé. Fue algo raro. Y también me preguntó por mi familia.

-¿Y qué le dijiste?

-Nada, no le conté nada.

Se escuchó la puerta de la casa, me asomé desde la puerta del salón para ver si era Harry. Era él, le sonreí tierna, mostrandole todos mis dientes. Él hizo lo mismo y vino al salón. Miró sorprendido a mi hermano, no esperaba encontrarse con alguien más en el salón, y no le conocía. Me acerqué a mi hermano y Harry se acercó a nosotros.

-Harry, este es mi hermano- Dije mirando a mi hermano desde abajo, ya que era más alto que yo, con una gran sonrisa.

---------------------------------------------------------------------------------

Fin del capítulo 29.



Capítulo veintiocho.

Mini maratón. Capítulos 28, 29 y 30.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 28| Tan sólo un plan.

·Narrador Omnisciente.

Había ropa tirada por el suelo, zapatos, un vestido, ropa interior, hasta una botella de champán vacía, dos copas, una en cada mesita de noche que acompañaba la gran cama que había en medio de la habitación. En el centro de la cama se encontraban Kendall y Connor, se quedaron dormidos abrazados, tan sólo una sábana blanca cubría sus cuerpos desnudos. Kendall abrió los ojos poco a poco, comenzaba un nuevo día, en su cara se dibujó una pequeña sonrisa de lado, se estiró un poco, separándose de Connor, que aún seguía dormido, seguidamente, se apoyó con los brazos cruzados en su pecho, apoyando su barbilla entre sus dos manos, y mirándolo fijo mientras sonreía.

Connor abrió los ojos y seguidamente sonrió al ver a Kendall. Se acomodó levantándose un poco de la posición en la que estaba, lo cual hizo que Kendall se tuviese que quitar de encima.

-¿Cómo has dormido preciosa?

-No podría haber dormido mejor -Le dijo sonriendo maliciosa. Acto seguido se acercó rápida a él y lo cogió por la nuca, acercándolo aún más a ella y fundiéndose en un apasionado beso -¿Y tú? -Dijo al terminar de besarle.

-Ya sabes que genial-Le sonrió de lado, mirándola pícaro.

-Mmm-Lo miró pícaro -Vamos a lo importante -Se acomodó en la cama con la almohada detrás, subiendo con ella la sábana que la tapaba, para volver a tapar sus senos -Has entendido todo lo que tienes que hacer, ¿verdad? -Él asintió con la cabeza -Así me gusta cariño, eres el mejor-Dijo acariciando su cara suavemente -Hoy volveremos a Londres, tú, yo y este pequeño que llevo dentro -Dijo mirando su barriga con una ligera sonrisa -Y todo saldrá genial, ¿entiendes? Genial.

-¿Cómo estás tan segura?

-Parece que no sabes con quien estás hablando mi amor. A mi un plan nunca me sale mal, nunca. Y menos este, está tan bien ideado, que no puede fallarnos nada.

-Realmente me transmite una buena sensación, creo que podremos lograrlo.

-Por supuesto. Sabes que yo cumpliré con mi papel perfectamente, así que espero que tu también cumplas bien con tu papel y distraigas a esa puta que me intenta quitar a Harry.

-¿Tengo que ponerme celoso por tu gran obsesión con ese chico?

-Sabes que no, lo nuestro supera cualquier cosa. Más bien a ti no te supera nadie -Lo miró pícaro y sonrió- Creo que es hora de levantarse ya, ¿no? Nos espera un viaje interesante.

-¿Por qué? Si aquí en la cama se está muy bien -Le dijo mientras miraba fijo a sus labios, con deseo. Dio un pequeño salto y se puso encima de ella, sonriendo mientras miraba a sus labios, luego acabaron besándose apasionadamente.

---------------------

Madison y Harry se encontraban en la puerta de la casa de Madison, Harry la había traído hasta su casa para acompañarla. Aún seguía todo nevado, aunque ya no era tan peligroso el andar por carretera y pudieron llegar bien.

-Bueno, supongo que gracias por la noche de ayer- Le dijo con una pequeña sonrisa.

-Gracias a ti -Le agarró la cara con su mano y le dio un pequeño beso.

-Siento que ayer no pudiésemos estar solos, ya me entiendes -Rió.

-No te preocupes, Zayn me debe una y bien grande -Ambos sonrieron soltando una pequeña carcajada.

-¿Quieres que quedemos esta noche?

-Claro que sí.

-¿Hora?

-Te recojo a las ocho, ¿te parece bien?

-¿Y qué hago yo sin verte tantas horas? -Pasó sus brazos por el cuello de Harry, agarrándolo por la nuca.

-Te echaré de menos -Le dijo y le dio un pequeño y sonoro beso en los labios.

-Os estaba esperando chicos -Nos dijo Zayn, abriendo la puerta de la casa y apoyando su mano en el marco de la puerta, quedando enfrente de nosotros. Nos dedicó una gran sonrisa. Él llevaba puesto tan sólo un pantalón gris de pijama, y tenía su torso al descubierto, se veía muy bien -Buenos días.

-Buenas tardes- Le contestó Harry soltando una pequeña carcajada -Se os han pegado las sábanas por lo que veo, ¿no?

-Hace mucho frío y se está muy bien en la cama.

-¿Y qué haces que no te pones una camiseta? Te vas a enfermar. Anda, entra ya dentro y dile a Amy que se vista -Le dijo burlona.

-Muy graciosa -La miró mal mientras le dedicó una pequeña sonrisa y entró a la casa.

-Yo también me tengo que ir ya. No vengas a recogerme, mejor nos vemos en tu casa, así paso a ver a Niall, que me gustaría hablar con él.

-Está bien. Contaré cada minuto que falte para verte de nuevo -Bajó su mirada hasta los labios de Madison, luego los besó lenta y tiernamente, acompañando el beso con un pequeño abrazo de despedida.

Madison entró a la casa y fue directa hacia una ventana que había en el salón, desde la cual se podía observar el jardín y la calle, para así poder seguir el camino que recorría Harry hasta llegar a su coche. Él estaba a punto de subirse, pero se dio cuenta que alguien lo estaba observando, y que ese alguien era Madison, así que le lanzó un beso con la mano. Madison simplemente sonrió y se apartó de la ventana.
-----
·Narra Madison.

18.00

-Hasta que por fin llegas -Le dijo burlona Amy a Danielle, que acababa de llegar -Por la cara que traes no hace falta preguntarte cómo lo habéis pasado, seguro que lo habéis echo hasta en el coche llegando a casa, ¿no?

-Sin duda alguna eres tonta Amy -Se dejó caer en el sofá, junto a nosotras. Ambas estábamos sentadas con las piernas cruzadas, y la mirábamos atenta.

-¿Todo bien? -Le pregunté. Ella asintió con la cabeza.

-Todo perfecto, ha sido increíble pasar casi un día entero con él. Él es increíble.

-Ai, que te me enamoras -Le dije mientras la traía hacía mí y le daba un pequeño abrazo. Ella sonrió.

-¿Y vosotras cómo lo habéis pasado?

-Yo de escándalo, he tenido Malik para rato. Lo quiero tanto -Llevó uno de los cojines que había en el sofá hasta su cara, tapándola, para que no pudiésemos ver lo ruborizada que se había puesto.

-Ohhhhhh -Gritamos Dani y yo mientras le dábamos pequeños toquecitos en la barriga, ella seguía con el cojín puesto en la cara mientras soltaba algunas risas. Ella apartó el cojín de su cara, todavía se podía apreciar el color escarlata en sus mejillas.

-Venga ¿y tú qué? -Me dijo Amy.

-Bueno-No pude evitar sonreír al acordarme de los buenos días que me dio Harry esta mañana.

-No habéis echo nada, ¿verdad? -Me dijo Amy, aguantando la risa. Negué con la cabeza.

-No estaba preparada chicas. Pero ¿sabéis qué? Que ya si lo estoy, estoy completamente de lo mucho que lo amo, y quiero ser completamente suya, y que él sea completamente mío- Noté un pequeño calor que subió a mis mejillas, éstas se pusieron algo rojas, yo agaché la cabeza mientras sonreía -Hoy me dio los buenos días de una forma especial.

-¿Cómo?

-Salí al jardín de la casa, estaba todo nevado, era realmente precioso. Me había escrito en la nieve un mensaje -Mis mejillas se pusieron más rojas todavía y llevé mis manos a mi cara, intentando evitar que pudieran verse, solté una pequeña carcajada nerviosa. Amy quitó mis manos de mi cara, ambas empezaron a reírse.

-¿Y qué te había puesto?

-Me escribió en la nieve ¿Cuánto tiempo te quedarás a mi lado? ¿Preparo café, o preparo mi vida? -Ambas me miraron y sonrieron.

-Que bonito tía -Me dijo Amy.

-Y luego vino por detrás y me dijo que yo decidía si quería pasar con él sólo un rato tomando un café, o si quería pasar toda la vida.

-¡Que bonito! -Gritaron entusiasmadas -¿Y qué le dijiste?

-Que quería pasar toda la vida a su lado, porque es así. No me imagino sin él, ni me quiero imaginar -Una gran sonrisa se dibujó en mi rostro.

-Que bonito -Dijo Amy alargando la última 'o'

-Pues sí -Dije algo cortada.

-Estáis echos el uno para el otro, sin duda alguna tenéis que estar juntos.

-Ojalá que así s..-No me dio tiempo a decir más, ya que pegaron a la puerta -Abrid vosotras, yo voy a darme una ducha y vestirme ya, porque luego se me hace tarde y he quedado con Harry.

-Vale, yo abro -Dijo Amy. Yo fui hasta mi habitación. Entré y cerré la puerta. Me quité la ropa y me di una buena ducha, cuando salí, me sequé y me puse el primer vestido y los primeros zapatos que pillé, no tenía mucho tiempo para perderlo eligiendo ropa. Me solté el pelo y me maquillé un poco. Luego bajé hasta abajo. Me asomé por la puerta del salón, no estaban ahí. Así que fui hasta la cocina, se escuchaban voces, una de ellas me resultaba muy familiar, pero no estaba segura.

Cuando llegué a la cocina, ahí lo pude ver, como siempre hacía, sentado encima de la mesa con los pies cruzados, me dedicó una gran sonrisa, de esas verdaderas, yo hice lo mismo, ni se imagina las ganas que tenía de verle. Él se bajó de la mesa.

-PETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEER-Grité desde la otra esquina, fui corriendo hasta dónde él estaba y nos dimos un gran abrazo.

-MADY- Gritó burlón -No sabes las ganas que tenía de verte hermanita.

-Yo también a ti -Le dije mientras aún nos abrazábamos. Nos separamos y nos sonreímos, tenía tantas cosas que contarle -¿Me echas mucho de menos?

-Pues sí, muchísimo. Echo de menos que me molestes a todas horas y que no me dejes estudiar.

-Bonitos recuerdos tienes sobre mí.

-Los únicos que me has dado.

-¿De verdad? -Le dije seria.

-Claro que no, me has dado muchísimos más, porque eres la mejor hermana del mundo-Yo le sonreí y le abracé muy fuerte, él me siguió el abrazo.

-Tú si que eres el mejor hermano del mundo.

-¿Y se puede saber dónde vas tan guapa? -Dijo mirándome de arriba a abajo.

-He quedado con Harry.

-Pues con Harry quiero tener una charla seria -Lo miré mal -Para decirte que no te deje por ahí sola, con lo guapa que vas -Le sonreí.

-Anda tonto, ¿quieres que te lo presente?

-Estaría encantado.

-Pues vamos -Le agarré la mano -Por cierto, ¿cuánto tiempo te quedas?

-De momento, unos días. Los días que tengo de las vacaciones de navidad.

-Perfecto. ¿Has dejado tus maletas ya? -Asintió con la cabeza -Pues vamos, te voy a presentar a mi chico preferido -Tiré un poco de él para llevarlo hasta la puerta y salir.

-Eh, tú chico preferido soy yo-Dijo parándome.

-Que tonto eres Peter -Reí -Bueno, mi segundo chico preferido -Él sonrió, enseñándome todos los dientes -¿Así mejor?-Él asintió con la cabeza. Yo solté una pequeña carcajada.

----
·Narra Harry.

-¿Para qué se supone que querías verme? -Le pregunté serio.

-Te echaba de menos -Se acercó a mí y cogió un mechón de mi pelo, rizandolo aún más en su dedo.

-Pues yo a ti no- Le quité la mano de mi pelo, y la miré mal.

-Pues yo sí -Me sonrió -Te echo de menos a ti, y a esas noches que pasábamos juntos -Me dijo con una voz algo seductora. O eso es lo que podría haber pensado hace meses, pero ahora no quiero a otra que no sea Madison.

-¿Qué noches?

-Parece mentira que no te acuerdes de esa noche que pasamos juntos, bien que disfrutaste ese día.

-No sé de qué me estás hablando Kendall.

-Sabes perfectamente de qué te hablo. Tú y yo pasamos una noche de amor juntos, y fue la mejor noche de todas.

-Estás loca.

-Es que ya no te acuerdas -Dijo con una voz malvada, e hizo una pausa, y continuó -¿de la fiesta en casa de Connor?- Me quedé paralizado, pensando en aquella noche. Todos bebimos mucho, y yo me pasé esa noche con las copas, ella también. Estoy seguro que esa noche no pasó nada, aunque no me acuerde que fue lo que pasó al salir de la casa de Connor.

-Kendall, yo no me acuerdo de qué pasó ese día, lo siento.

-Pues yo sí, y deberías de acordarte. Para ti fue tan sólo una noche más, ¿verdad? -Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

-Eh, no llores- Sequé algunas de sus lagrimas, ella me apartó la mano.

-No, déjame. Esto es lo que querías, ¿no? Jugar conmigo, enamorarme para acostarte conmigo.

-Tengo que irme ya, no tengo tiempo para tus tonterías- Me di la vuelta para salir de la habitación.

-Espera, por favor-Me cogió por detrás, por la chaqueta y me paré. Me giré y la miré.

-Pues dime, ¿qué quieres?

-Harry, estoy embarazada.

Mis ojos se abrieron en asombro, no podía creer lo que estaba escuchando, más bien no quería creerlo. Esto no puede estar pasándome, ¿estamos ya a 28 de diciembre? ¿Es una broma? No, esto no me puede pasar a mi, será una mentira, para qué esté con ella. Pero, ¿cómo va a mentir en algo tan serio? ¿Cómo he podido hacerle esto a Madison? Yo no recuerdo haberme acostado con ella, me juré a mi mismo que no estaría con otra que no fuese Madison, y así lo hice.

-Deja de decir tonterías por favor -Fue lo primero que me salió decirle.

-¿De verdad piensa que nuestro hijo es una tontería?

-¿Pero qué hijo? Yo no voy a tener ningún hijo, y menos contigo.

-No sabes lo mucho que me duelen tus palabras Harry.

-Si lo que quieres es separarme de Madison, no lo conseguirás. Nuestro amor es más grande que la maldad de los que nos quieren separar, y capaz de superar cualquier obstáculo.

-Parece que estás enamorado Harry. Hazte a la idea de que no volverás a estar con Madison cuando tengamos a nuestro hijo.

-No vuelvas a hablarme, no me llames, no me busques, sólo déjame en paz.

-¿Y el bebé?

-Hazte una prueba, así sabré si estás embarazada y si es mi hijo.

-¿No vas a hacerte cargo de tu bebé?

-Es que-Bajé mi mirada hasta su barriga-No es mi bebé.

-Harry no me puedo creer lo que te estoy escuchando decir, ¿de verdad vas a dejarme sola?

-No. Simplemente te he dicho que te hagas una prueba, quiero saber si realmente ese hijo es mío. Si lo es, tendré que asumir mis consecuencias. Pero si no es mío, tendrás que asumir tú las consecuencias de tus actos.

-No voy a hacerme ninguna prueba. ¿Es que no confías en mí?

-¿Con qué cara me dices si confío en ti, después de todo?

--------------------------------------------------------------------------------------------
Fin del capítulo 28.

viernes, 10 de enero de 2014

Capítulo veintisiete.

Hooola mis niñas! Ya estoy aquí, sigo viva (wewewe) Siento MUCHO no haber subido antes, pero es que me fui de vacaciones, como ya sabéis, y luego, volví a mi casa el lunes, pero estuve liada, luego empezó el insti, luego me atasqué en el capi 27 y no pude subir todo lo que quería, 27, 28, 29 y 30. Pero no os preocupéis, porque después de este capítulo que está todavía por definirse entre mierda e insípido, os traeré capítulos con MUCHA MUCHA MUCHA MUCHA (tampoco tanta pero bueno) trama, acción, no sé, pasarán muchas cosas, prometido.
La última vez que subí, os dije que si no comentabais y no veía que que no había interés o no leíais, dejaba la novela. Y así será. De momento la voy a seguir, y si yo veo que me cuesta mucho y no recibo nada pues la acabaré dejando aunque no quiera... Espero que entendáis que esto es importante para mí, y saber vuestra opinión, mucho más.
Al terminar la segunda parte del maratón, os dejé unos cuantos adelantos. Esos momentos que pudísteis leer no van a estar en el capítulo de hoy, pero algunos de ellos sí, y los demás se irán desarrollando en los próximos capítulos.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 27 'Diane'

¿Quien había encendido las velas?

-Venga ya Harry, no me vaciles -le dije seria, intentando disimular mi nerviosismo ante la situación.

-No te estoy vacilando, no sabía que ibas a venir.

-¿Y entonces quien ha encendido las velas? -Dije volviendo a mirar las velas que habían en la mesa.

-No lo sé, se habrán quedado encendidas desde la última vez que alguien vino a la casa.

-¿Y eso cuándo ha sido? ¿Cómo se van a quedar encendidas?

-Bueno, que da igual. Deja las velas tranquilas, a nosotros dos nos toca disfrutar de la noche-Me agarró la cara con sus manos, cada vez hablaba un poco más bajito, se dejó llevar por mi mirada, y más tarde por mis labios, los cuales miraba con deseo, se acercó mientras hablaba mirando a mis labios. Pero antes de que pudiera besarme, se escuchó el cierre de una puerta. Ambos nos miramos y acto seguido miramos a la puerta del salón. Harry se separó de mí.

-¿Qué ha sido eso? -Le dije algo asustada mientras lo agarraba de la camisa.

-No lo sé, voy a ver. Pero no te preocupes por nada, habrá sido el viento -Yo asentí, intentando creer en lo que me decía, aunque sabía perfectamente que no era el viento, y que había alguien en esta casa.
Harry se dio media vuelta y se dirigió a la puerta, pero antes de que pudiese salir, entró Niall al salón. Él nos miró a los dos, algo nervioso. Yo lo miré extrañada. ¿Qué hacía en esta casa y con quien estaba?

-¿Niall? -Le preguntó Harry extrañado, esperando una respuesta sobre su presencia en la casa.

-Hola -Dijo sin darle mucha importancia a nuestra expectación.

-¿Qué haces aquí? Menudo susto nos habías dado -Le contestó Harry. Yo seguía en el mismo sitio parada, dándole vueltas a las velas encendidas. Si estaban encendidas, es porque las había encendido él, y no puede encender unas velitas así como así.

Pero a Niall no le dio tiempo de contestar, no pasaron si quiera 10 segundos de la intervención de Harry y una chica morena de pelo largo entró al salón. Una chica de pelo largo, morena, ojos verdes, delgada, algo más alta que yo, aunque yo no soy muy alta, así que cualquier persona puede ser más alto que yo, parecía buena chica, tenía una tierna mirada, aun así, había pasado tan solo un minuto, y ya puedo decir que me cae mal. No tiene por qué molestarme que esté con Niall, pero me molesta. Le hará daño, le romperá el corazón.

'Madison tú le hiciste daño y le rompiste el corazón' me dijo una voz molesta procedente de mi mente, eso que llaman subconsciente. Y esa voz tenía razón, yo le hice daño, muchísimo. Ni si quiera le pedí perdón, lo perdí a él, su amistad. Todo por no tener claro lo que quiero. Pero ahora sí que lo sé, sé que quiero a Harry, por encima de todo, y que estoy enamorada de él. También sé que quiero a Niall en mi vida, como un amigo, el amigo que fue, incluso una amistad mayor, no quiero que le hagan daño, pero si tiene novia me toca aceptarlo, yo tengo mi vida, y él la suya. Se merece ser feliz.

-¿Madison? -Me dijo Harry sacudiendo un poco mi brazo. Al parecer me había quedado perdida en mi mente mientras me estaban hablando.

-Perdona, ¿qué? -Le dije volviendo a la realidad.

-Nada, estaba Niall presentándonos a Diane.

-¿Diane? -Pregunté extrañada -Lo siento, un pequeño despiste- Me salió una pequeña sonrisa nerviosa, estaba quedando bastante mal creo yo -Y ella es -Le dije a Niall alargando la 's'.

-Es una amiga.

-Amiga, ya.-Le dije seria. Obviamente sabía que no era su amiga -¿Y las velas? ¿Es que se os ha ido la luz o algo por el estilo?

Madison, no estás llevando bien la parte de que te tiene que dar igual que Niall tenga novia.

-¿Y eso que importa? -Me quedé algo cortada ante la respuesta de Niall, no esperaba una contestación tan seca y fría.

-Cierto, no importa -Le contesté.

-¿Vais a quedaros aquí? -Preguntó Harry. Su mirada echaba a Niall y Diane de la casa.

-No, ya nos íbamos, ¿verdad? -Dijo mirando a Diane, ella asintió con la cabeza.

-Sí. Encantada de conoceros -Se acercó a nosotros. Primero fue hasta Harry, lo tenía más cerca, y le dio dos besos. Y luego se acercó a mi, y me dio otros dos besos.

Se quiere hacer la maja.

-----

-¿Qué hacéis otra vez aquí?

-¿Habéis visto la nevada que está cayendo? No se puede conducir, además han cortado la carretera hasta mañana.

-¿Y entonces que vais a hacer? -Le pregunté.

-Tendremos que pasar la noche aquí con vosotros.

Harry y yo nos miramos, ninguno de los dos queríamos pasar la noche con ellos dos. Yo menos. No por Niall, si no por Diane.

-Bueno, vale -Yo miré mal a Harry. ¿Bueno, vale? Entiendo que no puedan salir de esta casa con tanta nieve, pero dejarme a mi tirada por Diane, bueno, y por Niall también. Pero seguro que Diane sabía que iba a nevar y por eso se vino aquí con él -¿No?-Me preguntó.

-Claro, donde caben dos, caben cuatro -Fingí una gran sonrisa. Niall la notó, él me conocía muy bien.

-Perfecto -Me dijo. Me daba la sensación de que estaba disfrutando con la situación de tener a su novia en la misma casa en la que estaba yo.

-¿Y cómo dormiremos? -Preguntó la amiga-novia de Niall. La chica era bastante callada, pero las calladitas son las peores, me cae mal. Pregunta eso porque quiere dormir con Niall y con Harry, con los dos, y quiere que me vaya yo al sofá, pero no. No le daré el gusto.

-Sólo hay una habitación, es bastante amplia, pero lo mejor será que dos duerman en el salón y los otros dos en la habitación, ¿no? -Propuso Harry, se ve que la idea de que tuviésemos que dormir todos juntos, no le gustó.

-Dormid vosotros en la habitación, y nosotros en el sofá-Propuso Niall.

----

Los dos estábamos en la cama, yo estaba acurrucada a él, con mi cabeza apoyada en su hombro, él pasó su mano hombro, estábamos tapados hasta arriba, hacía bastante frío. De golpe, se separó un poco de mí, todavía me tenía el brazo pasado por encima, me miró a los ojos. En su mirada podía notar lo que quería, pero yo no podía. Sé que la última vez estuvimos a punto de hacerlo, pero no, sé que no puedo. Nunca he estado con ningún chico, y tenía miedo, miedo de no estar a su altura, de decepcionarlo, no sé, era un sentimiento extraño. No quería perderle por nada del mundo. No es que no confiase en él, quería realmente quiero que sea el primero, y también el último.

Harry acercó sus labios a los míos, y comenzó a besarme, el cosquilleo que sentía en el estómago comenzaba a ser incómodo, pero por otra parte me hacía más adicta a él y a sus besos. Harry se empezó a acomodar, sin dejar de besarme, poniéndose encima mía. Comenzó a subir lentamente mi camiseta, mientras me besaba, cada vez con más pasión. Nuestras respiraciones sonaban jadeantes entre cada beso apasionado y sonoro. Me mordí el labio mientras levantaba mi cabeza hacia atrás intentando aguantar el placer que me provocaba el roce de sus dedos y su mano al subir mi camiseta y hacer un recorrido por mi piel hasta quitarme la camiseta por completo. Acariciaba mi espalda suavemente mientras me besaba, yo me separé de él, y le miré fijo a los ojos. Nuestras respiraciones estaban muy agitadas.

-¿Qué pasa? -Me dijo algo decepcionado.

-Nada Harry, es sólo que... -Pasé mi mano por su cuello, agarrándolo de la nuca.

-¿Qué?

-Que no estoy preparada -Me miró extrañado.

-¿Y el otro día?

-Sabes que el otro día, aunque ambos tengamos ganas de estar juntos, nos dejamos llevar un poco por el momento. Además, no sé si estoy preparada para esto.

-Espera -Se paró durante varios segundos mientras pensaba en algo y continuó con su frase -¿Quieres decir que nunca has estado con un chico? -Negué con la cabeza- ¿No? -Preguntó extrañado. Volví a negar con la cabeza -¿No? -Me volvió a preguntar -Entonces nunca, ¿nunca?

-Que no Harry, que  nunca me he acostado con nadie.

-No me lo creo.

-¿Se supone que es un piropo o que soy una suelta y por eso no te lo crees? -Solté una pequeña carcajada.

-Para nada. Eso es muy bonito, y me encanta que no hayas estado con nadie. No podría imaginarte en brazos de otro, porque -acercó sus labios a los míos y me dio un leve beso- te quiero -comenzó a darme pequeños besos entre palabra y palabra -sólo, para, mi. ¿Quieres que sea el primero?

-Y el último, pero entiende que todavía no estoy preparada.

-Lo entiendo y te respeto, podría esperar toda la vida si hiciese falta.

-Tampoco te pases por quedar bien, sé que toda la vida no esperarías.

-Bueno vale, un poquito menos. Toma anda, ponte esto -Me devolvió mi camiseta y me la tiró a la cara.

-¿Pero qué haces idiota? -Reí.

-Tirarte la camiseta para que te la pongas de una vez, que estás provocandome así vestida, guarrilla.

-¿A mí me vas a decir guarrilla? -Le miré sonriendo.

-Sí -Asintió y me miró pícaro. Se levantó rápido de la cama y se puso de pie enfrente mía, me puse la camiseta e hice lo mismo. Cogí un cojín que había tirado por el suelo y empecé a pegarle con él mientras reía. El cogió otro cojín y se puso a hacer lo mismo.
-----

Abrí los ojos poco a poco, un rayo de sol algo molesto que entraba por la ventana de la habitación, molestaba bastante y no me dejó dormir más. Estaba acostada de lado, dándole la espalda a la puerta de la habitación, justo enfrente de la ventana, es por eso que me daba más la luz del sol, supongo. Me giré, buscando a Harry y despertarlo con muchos besos, pero por mucho que mirase, no estaba en la cama a mi lado, su lado estaba destapado, había salido. Me levanté de la cama y me puse una bata que había tirada por el suelo, de Harry. Hacía bastante frío. Me asomé por una ventana, en la que se podía ver el jardín de la casa. Estaba todo nevado y se veía realmente precioso.
Algo me dijo que debía de salir al precioso jardín nevado, y así lo hice.
Salí y cerré la puerta de la casa, pude ver que había algo escrito en la nieve, me acerqué. Había escrito, ¿Cuánto tiempo te quedarás conmigo? ¿Preparo café, o preparo mi vida? Una sonrisa se dibujó en mi rostro, era increíble como este chico me enamoraba cada minuto más y más con pequeños detalles. Y es que esto es así, pequeños detalles marcan la diferencia.

Alguien me abrazó por detrás, agarrándome de la cintura con sus manos. Podía sentir su olor, era él.

-Tú decides, si quieres pasar conmigo sólo un rato tomando un café, o si quieres pasar toda la vida.

Me di la vuelta, yo seguía sonriendo, como una tonta. Y es que no tenía palabras, para describir lo mucho que le amaba, lo ilusionada que estaba, lo especial que me sentía. Pasé mis brazos por su cuello, agarrándolo por la nuca.

-Definitivamente, quiero pasar toda la vida a tu lado -Le dije, y terminé la frase con un pequeño beso acompañado de una sonrisa.
---------------------------------------------------------------------------------------------
Hasta aquí el capítulo 27, ha sido insípido, lo sé. Pero es de estos capítulos que escribes por escribir, porque ya sabes lo que pasará en el siguiente y tienes ganas de escribirlo, pues eso. A ver, intentaré subir este finde, al menos dos capítulos, y ya normalmente, pues uno a la semana como mínimo.
Comentad, por favor, ya sabéis lo feliz que me hace vuestra opinión<3
Y bueno, la historia va a dar un giro, van a pasar muchas cosas inesperadas, que harán que todo cambie (si no lo habéis echo aún, podéis leer los adelantos que dejé en el capítulo anterior) y bueno, con los adelantos os podréis hacer una idea, supongo. No estaría nada mal que me comentaseis que creéis que pasará con ese embarazo, quien será la embarazada, que pasará...etc. Una última cosa, ¿queréis que Diane sea mala, o que por fin sea la princesa de Niall?

Nos leemos<3<3<3